Los trabajadores de Alcoa piden garantías de que no sucederá como en Hungría

El comité de empresa de la alumínica Alcoa, ubicada en San Ciprián (Lugo), ha solicitado a la empresa que "certifique" que en la factoría no se puede producir un accidente similar al ocurrido en Hungría, donde este martes una fuga tóxica en una central similar a la de la Mariña lucense provocó unas riadas de lodo rojo causando la muerte de cuatro personas y más de 120 heridos.

En un primer momento, Alcoa ha indicado que los resíduos procedentes de la refinación del aluminio se guardan en "estado semisólido" en el depósito, por lo que consideran "imposible" que se repita una situación como la de Hungría al no poder fluir el lodo rojo.

No obstante, el presidente del Comité, Manuel Paleo, que este miércoles participó en un pleno, anunció su intención de demandar la aclaración de por qué un accidente así no sería posible en esta factoría. "Queremos saber cómo está la situación en el pantano de barros rojos de San Cibrao", resumió el sindicalista, quien, de todas formas, quiso aclarar que éste aspecto es algo que se "escapa" a las incumbencias propias del comité.

De todas formas, sí reconoció que el "accidente tan grave ocurrido en Hungría te hace plantear si aquí podría pasar algo parecido, que pensamos que no, pero sí es bueno que la empresa nos lo certifique".

El alcalde tranquiliza

Por otra parte, Demetrio Salgueiro, alcalde de Xove, municipio donde radica la empresa, aseguró que no existen motivos de alarma y precisó que el embalse de lodos rojos se observa "con total tranquilidad".

El regidor agregó que se realizan pruebas de resistencia del muro y el barro que llega el embalse es objeto de un tratamiento previo dentro de la fábrica, con lo que sostiene que, aún poniéndose en la peor probabilidad de un accidente, "nunca" tendría las consecuencias del de Hungría.

También afirmó que se realizan controles periódicos del Ph tanto por parte de la factoría como de la administración, e incluso la Xunta lo tiene catalogado, desde hace años, como "un residuo no peligroso".

En Hungría se propaga el desastre

Mientras tanto, en Hungría las riadas de lodo procedentes de la fuga tóxica producida el martes han llegado este jueves hasta el río Mosoni Duna, afluente del Danubio, el segundo río más largo de Europa tras el Volga.

El barro rojo ya ha inundado 40 kilómetros cuadrados en el suroeste de Hungría y ha provocado la muerte de cuatro personas, entre ellas una niña de 14 meses, y heridas en otras 120.

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