Blog | Recto verso

Asumir los errores

LA DERROTA es huérfana y la victoria tiene muchos padres. En política también. Y con la carretera de la costa, también. Este artículo casi podría acabar aquí mismo. Pero mi subdirectora se empeña una y otra vez en abroncarme si le entrego páginas en blanco, de modo que habrá que rellenar lo que resta, aunque para ustedes diré que voy a ‘argumentarlo’, que queda como muy de tertuliano del 24 horas, donde por cierto a alguno solo le pagan 70 euros cada vez que va. Así que que nadie se ponga nervioso.

Empezábamos hablando de victorias y derrotas y de la carretera de la costa porque esta pasada semana se vivió una situación que calificaremos como triste. Tres altísimos funcionarios del Ministerio de Fomento en Galicia acudieron al Concello de Foz para presentar un proyecto de rehabilitación de una carretera que, ya les contamos aquí, se encuentra en un estado impresentable. En realidad el proyecto nunca se hizo público, pero sí su partida presupuestaria, que este periódico les adelantó hace meses: 1,2 millones repartidos en dos anualidades, para el que este año hay algo más de 800.000 euros. Los tres funcionarios de Fomento no aportaron nada nuevo al respecto más que esa presunta sensación de que esto es cosa hecha y que nos van a hacer una carretera decente a la de ya.

Los periodistas nos enteramos de esta visita por un escuetísimo comunicado del gabinete de prensa del Concello de Foz que, extrañamente, no nos convocaba a ninguna hora ni en ningún lugar para dicha visita. Finalmente se reunieron con el alcalde de Foz en el Concello y le enseñaron unos planos de lo bien que va a quedar todo.

A ver, esta gente está en su perfecto derecho de venir sin que nadie les moleste, faltaría más. Pero es bastante decepcionante, como ciudadano, que no venga nadie a dar la cara por el deterioro paulatino al que sometieron a este vial y que va a desembocar dentro de poco en un desgaste masivo de los amortiguadores de los usuarios habituales de la carretera.

Nadie da nunca la cara cuando toca explicar a la gente que se metió la pata en algo

La ministra de Fomento, Ana Pastor, es una persona que gana muchísimo cuando hablas con ella en persona. Es amabilísima y de trato fácil. Tiene buena conversación y enseguida te das cuenta de que conoce bastante bien el terreno que pisa, pese a que ella es médico y no ingeniera de Caminos. No vamos a culparla personalmente de que la carretera de la costa esté despedazada, pero el problema es que, como pasa con casi todo últimamente en política, no sabemos quién tiene la culpa. Nadie tiene la culpa de nada desde que Zapatero se retiró de la vida pública. E incluso cuando asoma la cabeza también tiene la culpa de cosas que van a pasar antes de que pasen.

De modo que nos quedamos con las ganas de que alguien se disculpe. Extraoficialmente pudimos saber que alguien se extrañó ante los tres funcionarios del ministerio durante su visita a Foz de que no hiciesen una aportación pública, a lo que opusieron su condición de funcionarios y no de políticos. Pues vale. Pero no eran exactamente funcionarios de los que vemos subidos a los postes de la luz cambiando el alumbrado público de los concellos.

A los mismos que acudieron a Foz sí se les vio sin ningún problema en las inauguraciones de los tramos de la Autovía del Cantábrico, especialmente del último, en el que tampoco nadie tiene ningún tipo de responsabilidad sobre lo sucedido. Nadie sabe nada. Ahora arreglar eso costará otra millonada.

Hacemos un aparte aquí para exonerar de culpa alguna al anfitrión, el alcalde de Foz. Castiñeira, que es algo susceptible con algunas cosas, no debe sentirse aludido en modo alguno. Él hizo básicamente lo que tenía que hacer: recibir a esa gente y atenderla y, si pudo meterles prisa, que seguro que lo hizo, pues mejor que mejor.

Porque curiosamente, uno de los que sí que pueden salir perjudicados de que aquí nadie dé la cara, es él, que no tiene ni competencias ni recursos para hacer nada de nada con esa carretera.

Dicho esto, nos meteremos a profetas para anticipar que esta orfandad de políticos a la hora de estar a las duras se transformará en visitas multitudinarias el día que toque inaugurar las obras, no les quepa duda alguna.

Y entre tanto vocerío, grito y tertulias histéricas, quizás deberíamos preguntarnos algo sencillo: ¿Tan difícil es decir algo así como: «Miren, pues sí, esto no debería estar así y lo gestionamos mal, pero prometemos enmendarlo»? Pues se ve que sí, que aquí siempre nos equivocamos los mismos y hay quien no cometió un error jamás en toda su vida.

EL GUSTO. Un buen centro para el futuro turístico de Mondoñedo

EL ALCALDE de Mondoñedo, Orlando González, puede estar más que satisfecho de que eche a andar el centro de interpretación turístico de Vilar. Se trata de un lugar que encaja como un guante en Mondoñedo y que además parece arrancar con objetivos ambiciosos. Por el momento pilla la Cova do Rei Cintolo como uno de los puntos a potenciar dentro del increíble, mágico y a veces olvidado de forma injusta municipio mindoniense. Solo el lugar en el que se encuentra ya merece la pena ser visitado, así que es una excusa como cualquier otra para echar un vistazo a la ciudad episcopal mariñana.

EL DISGUSTO. La ausencia de Xavier Campos en el Bloque de Ribadeo

HACE YA días que se presentó la candidatura del BNG de Ribadeo. Algunos echamos en falta a una persona de historia trascendental para este partido en este municipio en los últimos años como es Xavier Campos. Ahora llamado a otras tareas en Santiago y con residencia habitual en A Coruña, la realidad es que la labor municipal de Campos en los últimos dos años había ido decreciendo de forma muy notable. Una pena. Siempre tuvo buenas ideas e ilusión para sacarlas adelante. Se fue de forma un tanto extraña, aunque cuesta creer que no vuelva nunca a la política local.

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