Blog | El periscopio

Tener altura de miras

NADIE SE esperaba que el tan ansiado Camino de Invierno, su reconocimiento oficial, llegase a ser, a estas alturas, un asunto de confrontación social y política. El conflicto se ha desatado a cuenta del centro de información al peregrino e interpretación de la ruta que la asociación Camiños a Santiago pola Ribeira Sacra quiere montar en Monforte.

Este colectivo se ha fijado en un local alquilado por el Ayuntamiento a la Xunta hace tres años y por el que se pagan algo más de 300 euros al mes. Me refiero al bajo del antiguo hotel Comercio. Lo consideran ideal por su ubicación, en el casco histórico y a tiro de piedra del puente medieval, por estar situado en el tramo del camino que pasa por la ciudad y, además, por encontrase sin uso.

Al grupo de gobierno monfortino, del PSOE, y al BNG no le ha gustado la petición. Los socialistas argumentan que hay reparos legales que imposibilitan su cesión y los nacionalistas, que no entran en profundidad de este detalle, hablaron de que existen otros lugares donde instalar esa oficina de recepción de peregrinos, como el Centro do Viño, no sé si como queriendo que sea un cajón de sastre.

Los amigos del Camino de Invierno solo cuentan con el apoyo del grupo municipal del PP, que ha asegurado, como también días atrás el presidente de la Xunta, que no habría problema alguno en modificar el contrato de alquiler para que el Ayuntamiento pueda cedérselo a la agrupación.

Llegados a este punto es cuando deberíamos, si no observar, al menos intuir que detrás de la negativa de cesión hay una cuestión política y poca altura de miras, eso de lo que tanto adolecen los que nos representan en las instituciones públicas.

Si hubiese altura de miras sería el momento de agradecer el incansable trabajo que a lo largo de los últimos 20 años realizó la presidenta de Camiños a Santiago pola Ribeira Sacra, Aida Menéndez, para llegar a donde estamos, que la de Invierno sea una ruta de peregrinación más a Santiago, reconocida oficialmente.

Si hubiese altura de miras se le cedería el bajo del hotel Comercio con la condición de que tanto su mantenimiento como gestión corriese a cargo del colectivo.

Si hubiese altura de miras se sabría que esta ruta está llamada a convertirse en uno más de los numerosos reclamos turísticos que tiene la Ribeira Sacra y que Monforte no debería perder la oportunidad de consolidarse como capital de este territorio.

En resumidas cuentas, desbloquear este conflicto es una cuestión de voluntad, que quizá no se llegue a dar por diferentes circunstancias. Una podría ser el pasado político de Aida Menéndez, concejala de cultura en los dos gobiernos municipales que dirigió Nazario Pin. La otra, que al alcalde no le haga ni pizca de gracia que le monten una recogida de firmas para exigirle que reconsidere su postura sobre este asunto. Eso de dar el brazo a torcer en política ha caído en desuso, máxime cuando se considera que rectificar no es cosa de sabios, solo propio de pringados.

Y volviendo a lo de tener altura de miras, a no caer en partidismos, podríamos recordar dos hechos sucedidos durante el gobierno del PP en Monforte.

Una fue la aceptación de la propuesta de la UGT para que la plazuela de A Estación pasase a llamarse Pablo Iglesias, colocándose un busto en honor al padre del socialismo español. No me olvido de que había llamado poderosamente la atención que un alcalde popular accediese a ello.

La otra, también a propuesta de este sindicato, fue la constitución del denominado Consello Económico e Social, un órgano consultivo y asesor para asuntos de calado, lo que, como en el caso anterior, también había resultado una sorpresa para todos los que consideraban a Nazario Pin como un abanderado de la que a muchos les gusta llamar la derecha rancia.

En resumidas cuentas, hace falta tener más altura de miras. Digo.

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