Opinión

Ejercicio de calentamiento

HACE UNOS días estuvo por Lugo el secretario de organización de Ciudadanos en Galicia. Más que para poner orden, me parece a mí que fue para chequear quién anda por ahí. Ciudadanos, al contrario de lo que (al menos en parte) le pasa a Podemos, tiene un serio problema a nivel municipal. Es un partido de ideología tan difusa que todavía no conseguí saber exactamente qué es lo que proponen. En eso son muy diferentes a Podemos. Podrás estar de acuerdo o no con los chicos de las coletas y las rastas, pero está bastante claro lo que quieren porque lo repitieron hasta el hartazgo: acabar con la casta. Ciudadanos, que se sepa, no. O no con toda. O tal vez quiera reordenarla. O recalificarla. A saber. Para ellos fue terrible aquella vez que le preguntaron a su responsable en Galicia qué propuestas tenían para Galicia y el hombre no tuvo nada que decir más que no era necesaria ninguna en particular, porque las generales para España eran suficientes. Luego corrigieron ese error, pero no sin pagar el peaje.

A nivel municipal la cosa se complica. En las elecciones de 2015 en la comarca de A Mariña apenas consiguieron sacar adelante ningún proyecto consolidado. En Burela montaron uno a última hora que no cuajó, aunque le extravió algún voto al PP que José María González Barcia seguramente ya había dado por sentado. Su pegada más seria estaba en Ribadeo, donde aprovecharon la estructura que tenía el antiguo partido independiente Upri, surgido a su vez de una escisión del Partido Popular, para tratar de hacer un buen papel. Sacaron una concejala pero su labor ahora mismo está muy difuminada.

Los partidos van preparándose para enfilar su participación en las elecciones municipales 


En Ribadeo asomó también uno de sus candidatos al Congreso, pero si bien sus expectativas iniciales eran elevadas, el paso del tiempo demostró que en Galicia, a día de hoy, el centroderecha tiene un dueño y a corto y medio plazo no se le avista rival que le haga la más mínima sombra.

Pero el caso es que Ciudadanos está ejerciendo su legítimo derecho a crecer y expandirse, así que trabajan a mano firme para intentar que en las municipales de 2019 no se repita su ausencia prácticamente masiva y, de paso, que esa estructura sirva posteriormente a fines mayores.

En realidad, es ahora cuando las cocinas de los partidos tienen que encender los fogones para en unos meses poner las ollas al fuego. El PSOE mismo en 15 días estará en esa misma situación, con la elección de la dirección de sus agrupaciones locales. Es una incógnita en muchos municipios qué saldrá de ese proceso. O quién, para ser exactos.

Otros que se están moviendo con cautela son los voluntariosos integrantes de En Marea, Age... Los escindidos del BNG que estuvieron brevemente confundidos con Podemos pero que en realidad no quieren saber nada de ellos como tampoco de la UPG y que recogieron alguno de Compromiso por Galicia que se quedó por el camino. En Ribadeo tienen una agrupación más o menos lista para empezar a funcionar.

Va a ser interesante observar su conformación. No por nada de particular, sino por ver dónde se hicieron hueco. En las últimas elecciones municipales se presentaron allí PP, PSOE, BNG, Ciudadanos y Ribadeo en Común. No está nada mal para un municipio de 10.000 habitantes.

Es bastante probable que hayan recogido gente del proyecto frustrado de Ribadeo en Común. Ahora que pasó el tiempo se puede contar cómo aquel proyecto se fue desangrando con el paso de los días hasta acabar en una candidatura que tuvo poco que ver con lo que comenzó y sus pretensiones iniciales. Y es que si ya resulta muy complicado sacar adelante un proyecto político en un concello con tantos partidos, hacerlo practicando el asamblearismo absoluto y sin un ideario firme es ya un imposible. Al final los resultados de la noche electoral dieron al traste no ya con el partido propiamente dicho, sino con su modelo al completo. Por eso digo que resultará interesante ver el proyecto que completaron y cómo lo desarrollan.

Es probable que ahora mismo tengan todo más o menos preparado para empezar a funcionar. De hecho hubo ya varios actos públicos impulsados bajo la denominación «Grupo de apoyo», que no deja lugar a dudas. Tal vez teman que el aparato del BNG se les venga encima y les desbarate algún nombre nada más empezar. Yo no lo tendría. No da la impresión de que el Bloque de Ribadeo tenga ninguna intención de consolidar sus diez concejales actuales. Al menos no transmiten esa sensación.

Esta sección será mucho más interesante dentro de un par de meses.


EL GUSTO► Una iniciativa que será decisiva en Trabada
LA ALCALDESA de Trabada, la socialista Mayra García, decidió aprovechar que le salió bien el Plan Económico-Financiero que aplicó a pies juntillas para, entre otras cosas, asumir el 95% del Ibi de las explotaciones agrarias y ganaderas. Para un concello como el suyo es fundamental poder sacar adelante una iniciativa de estas características dado que ese tipo de explotaciones son la base de la economía de un municipio que, como tantos otros en Galicia, está necesitado de asentar población y, además, de renovarla. Pasos como este deberían darlos en otros municipios similares.


EL DISGUSTO► La situación del tren en la comarca es bastante penosa
ADIF EXPLICÓ en el Congreso que en junio de 2016 anuló un presupuesto de 12,8 millones de euros para una línea ferroviaria que está más que condenada a un futuro como monorraíl: solo pasará por ella el Transcantábrico. Mientras el tren de lujo de Renfe recorre en verano de este a oeste la costa cantábrica, el ministerio de Íñigo de la Serna hace ya tiempo que echó cuentas para decidir que, total, para la gente que lo usa, es mucho mejor seguir construyendo trenes de alta velocidad en otras partes, como si tuviésemos tanta prisa. Para tener esto, ya se dijo aquí que es mejor que lo cierren.

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