Alaska, madrina de una vaca de Monterroso

Las vacas tienen cierto glamour, eso lo dicen algunos artistas desde hace décadas, pero muy pocas llegan al nivel de las terneras que se crían en la granja ecológica Maruxa, de la parroquia monterrosina de Cumbraos. Estas frisonas tienen padrinos y la última que ha nacido será amadrinada por la cantante Alaska, que ha prometido visitar la explotación para conocer a la pequeña ternera. Se criará oyendo música de Fangoria y pastando libremente en una finca de más de veinte hectáreas, que su propietaria califica "de diseño".

¿Cómo ha llegado Alaska a amadrinar a la vaquita? Fue todo gracias a la pasión de la ganadera Marta Álvarez Quintero por la cantante de origen mexicano desde que era la musa de la Movida madrileña de los años ochenta. "Siempre me gustó su imagen transgresora y su saber estar, con opiniones siempre muy acertadas", asegura esta granjera ecológica. Que ponía música de Fangoria a las vacas ya había sido noticia en este periódico, por lo que cuando la cantante acudió a uno de los programas de Luar, los productores llamaron a Marta para que conociese a su ídolo.

El pasado 3 de abril, la ganadera monterrosina estuvo con Alaska en el escenario y en backstage del programa de la TVG, donde también conoció a su marido y representante, Mario Vaquerizo. "Me caían bien pero ahora todavía me caen mejor", asegura.

Marta le prometió que le pondría su nombre a la primera ternera que naciese en su granja. Así fue y el pasado 21 de abril Hulk, una de las casi cincuenta vacas de la explotación, parió sin ningún problema a la pequeña frisona con glamour de artista, "a pesar de que la madre es muy rebelde", matiza Marta.

"Ya le mandé por correo electrónico fotos de cuando nació y de su primer biberón. Ella se encuentra ahora muy ocupada, porque está en plena promoción de su último disco, pero me prometió que cuando tenga un poco de tiempo libre vendrá a conocerla", afirma la granjera.

Por el momento, Alaska está en lo que su propietaria llama "jardín de infancia", por lo que escucha sólo música clásica, especialmente de Mozart, más acorde con su edad. Cuando crezca un poco y pase al establo de diseño donde están las mayores, "ya empezará con los discos de Fangoria". La suya será una vida que ya desearían otras vacas, paciendo en libertad y descansando cuando le apetezca en un recinto en el que tendrá de todo para vivir como una auténtica estrella.

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