Los gorrillas están diversificando sus centros de trabajo. Si por la mañana siguen campando a sus anchas en las inmedicaciones del Hospital Lucus Augusti (Hula), según las continuas denuncias hechas por conductores afectados, ahora parece que intentan ocupar sus tardes en el recientemente remodelado aparcamiento del Club Fluvial, sito en la Rúa Fermín Rivera.
El pasado martes, en torno a las siete de la tarde, varios gorrillas intentaron cobrarles la voluntad a los socios que a esa hora estacionaban sus vehículos en el aparcamiento nuevo de esta entidad, que estrenó alumbrado la semana pasada.
Al detectarse su presencia, desde el club se avisó a la Policía Local. Cuando los agentes se personaron en Fermín Rivera, los gorrillas ya habían puesto pies en polvorosa, aprovechando la complicidad de la noche.
Pero antes de huir dejaron huella de su presencia, causando daños materiales. Así reventaron una de las ventanas de un turismo que estaba allí estacionado. No ha trascendido si los incómodos visitantes además le robaron a su propietario algún artículo del interior del vehículo.
La directiva de esta entidad deportiva anuncia que tomará todas las medidas que estén en su mano para evitar que los gorrillas vuelvan a actuar en su recién remodelado aparcamiento, que precisa que es «una zona privada, no pública».
