Los bebedores de vino pagaron el cuartel de San Fernando de Lugo

El lucense Francisco Xabier Louzao, profesor de la UDC, presenta este jueves un libro sobre la historia del edificio, de finales del siglo XVIII
Francisco Xabier Louzao
photo_camera Francisco Xabier Louzao

El cuartel de San Fernando se levantó gracias al vino que se producía y se consumía en Lugo a finales del siglo XVIII. Esta es una de las conclusiones a las que llegó el profesor de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidade da Coruña y profesor de Historia de la Arquitectura en Galicia, Francisco Xabier Louzao Martínez, que presentará este jueves su libro O cuartel de San Fernando en Lugo, en un acto que tendrá lugar, a las ocho de la tarde, en el auditorio de la vieja cárcel.

Como no había dinero suficiente para llevar a cabo las obras de este cuartel -uno de los cuatro que se levantaron en el reinado de Felipe V, en España, destinado al cuerpo de inválidos al ejemplo del edificio parisino de los Inválidos- se decidió establecer un impuesto sobre la producción y el consumo de vino en Lugo, dinero con el que, finalmente, se levantaría el edificio. "O encargado disto, Benito Pablo Díaz, non entregaría o diñeiro e acaba sendo amenazado de embargo. Finalmente, asústase e paga, pero o diñeiro lévase para A Coruña. Pídese a devolución para poder iniciar as obras do cuartel e esíxese que se devolva en moedas de cobre, non de ouro", relata Francisco Xabier Louzao.

Este historiador lucense se interesó por el cuartel tras hacer su tesis sobre la platería en la diócesis, trabajo en el que consultó actas plenarias del Ayuntamiento, actas capitulares de la diócesis y también archivos notariales. En medio de tanta documentación, salían datos sobre la construcción del cuartel de San Fernando, que luego amplió con la consulta de más archivos militares.

"Optouse por facer un cuartel de máis baixo nivel para arranxar as rúas empedradas e restaurar a muralla"

Uno de estos datos es el origen del edificio. El cuartel comenzó a gestarse, según cuenta este historiador, por hartazgo de la sociedad lucense ante las continuas acogidas que tenían que hacer de los soldados en tránsito desde Castilla a Ferrol o A Coruña o viceversa. "Os soldados hospedábanse en casas e os lucenses tíñanlles que dar cama, lume e auga. Moitas veces quedaban as casas con desperfectos", indica el historiador.

Francisco Xabier Louzao destaca que el cuartel fue construido, a finales del siglo XVIII, con un diseño pionero, a cargo del ingeniero de origen francés Bartolomé Amphoux. "O teito do edificio é de tella e non de lousa, como era habitual. E as ventás son vermellas e non verdes. Tamén a tipoloxía do edificio é distinta: consta dunha planta recta angular en torno a un patio", explica Louzao.

También es curioso el lugar dónde se levantó el cuartel. "Barallouse facelo noutro solar no barrio do Carme, ao lado da capela, pero finalmente fíxose nesta leira plantada de nabos, pero ubicada nunha zona ventilada e soleada e enfrente dun hospital, o que era ideal para os inválidos", dice.

Aunque se optaba, al principio, por levantar una construcción de alto coste, finalmente la ciudad de Lugo pidió que fuese de más bajo nivel "e o excedente da recadación se empregase en arranxar as rúas empedradas e restaurar a muralla".

El cuartel fue ocupado por los inválidos en 1790 antes de ser terminado. Las obras concluirían a mediados del siglo XIX ante una necesidad: la de crear empleo. "Solicítase que se remate o cuartel porque as obras darían traballo á xente. Daquela había a peste da pataca e moita xente vivía só dos subsidios. Así que, deste xeito, o Goberno de Isabel II aceptou ao final rematar a obra", explica Louzao.

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