Miles de personas han participado en todo el mundo en la "Marcha por la Ciencia". Una protesta que comenzó en Australia, y se ha ido extendiendo a lo largo de la jornada por más de 600 ciudades de Asia, Europa, África y América para culminar con la más multitudinaria, la de Washington. Bajo el lema 'Science, not Silence' ('Ciencia, no silencio') alrededor de 75.000 personas se congregaron en Washington para participar en la primera marcha convocada, y que se ha extendido hasta convertirse en una protesta mundial.
Según han afirmado miembros de la organización, la convocatoria no debe de ser entendida como una protesta por los recortes del presidente de EEUU, Donald Trump, sino como una reinvindicación del importante papel que juega la Ciencia en la sociedad. A pesar de ello, el nombre del mandatario sobrevoló todas los actos, y en las que los participantes contaron con frases como 'Liberad el planeta', 'Einstein fue un refugiado', o 'El hielo no tiene agenda'.
En España las marchas se produjeron en Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia y Bilbao
La protesta despertó —como el día— en Australia y Nueva Zelanda, se traladaría luego a todo Asia en un acto de simbiosis con la celebración del Día de la Tierra. En Francia una decena de ciudades marcharon en apoyo a Estados Unidos, en palabras de los coordinadores, "expuestos al rechazo de la nueva Administración de Donald Trump".
En el Parque Sigmund Freud de Viena, tuvo lugar un 'Picnic científico' con la presentación de diversos experimentos. También Alemania quiso defender la autonomía de la ciencia, y oponerse a la llamada postverdad, o postulación de lo que se ha llamado 'hechos alternativos'.
RECORTES. En España los científicos reunidos aprovecharon para denunciar la falta de medios en ciencia y la educación. Las marchas se produjeron las ciudades de Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia o Bilbao, donde además se exigió el conocimiento científico en el centro de las decisiones políticas.
Finalmente las protestas cruzaron el charco, y desde Buenos Aires hasta Vancouver, los actos de reivindicación de la ciencia se siguieron sucediendo. Fueron 400 las ciudades norteamericanas que —junto al Día de la Tierra—, protestaron contra los recortes propuestos por Trump en los presupuestos de ciencia e investigación.
