La lluvia regresó este martes a Galicia y permitió aplacar la ola de incendios que afectó en los últimos días especialmente al sur de la provincia de Lugo y a la de Ourense. Aunque no servirá para paliar la sequía acuciante –este miércoles la comunidad volverá a quedar bajo la influencia anticiclónica–, el agua caída contribuyó en las tareas de control del virulento incendio que afectaba a la parroquia soberina de Anllo, donde las llamas arrasaron unas 130 hectáreas desde el domingo, 90 de ellas de monte arbolado y 40 de monte raso.
Medio Rural informó de que el incendio quedó controlado a las 17.00 horas. Desde 24 horas antes permanecía estabilizado tras originarse el domingo por la tarde. Tanto este fuego como el que arrasó 92 hectáreas en Cervantes y Pedrafita, el que tuvo lugar en Soengas (Portomarín) y el que calcinó 35 hectáreas en Ourol se cree que son intencionados.
La lluvia frena la ola de fuegos pero no la sequía
Las llamas quedaron controladas en Sober después de dos días tras calcinar unas 130 hectáreas ► Este miércoles Galicia vuelve a quedar bajo la influencia anticiclónica