Uno de los supervivientes: "Sentimos un golpe y vimos que el barco hacía agua; saltamos al mar"

Fue uno de los tripulantes del Novo Marcos, con base en Portonovo (Sanxenxo), quien dio aviso del hundimiento del pesquero en las proximidades de la isla de Tambo, en la Ría de Pontevedra, tras colisionar con una batea sobre las cuatro de esta madrugada.

El joven, de 23 años, logró llegar a la playa de Combarro por sus propios medios y fue atendido por el 061 con síntomas de hipotermia.

El marinero relató, según el responsable del servicio de Emergencias de Poio, Manuel Vicente, que sus compañeros y él "sintieron un golpe" y comprobaron que el barco "hacía agua y se hundía" quedando con la quilla hacia arriba, tras lo cual "saltaron todos al mar".

Aunque la distancia entre el punto del naufragio y la playa "no es mucha", el joven tardó "cerca de hora y media" en llegar a tierra "por el aire del norte que está pegando y el frío".

El patrón mayor de la cofradía de Portonovo, José Antonio Gómez, ha explicado que el barco, dedicado al cerco, había estado de noche fondeado en Marín, puerto en el que habían descargado la pesca del día, "tomando un café porque estaba la noche muy fresca".

En lugar de dirigirse hacia su puerto base de Portonovo, Gómez ha señalado que "debieron acercarse hacia Combarro" con la intención de atracar allí y refugiarse porque la noche no estaba muy buena", momento en el que embistieron contra la batea.

Después del impacto "intentaron traer el barco hacia una playa", una maniobra con la que según el patrón mayor "se equivocaron".

Tras la aparición en tierra del primer marinero, sobre las 5:45 horas, se activó un operativo de búsqueda para dar con el paradero de los otros cuatro tripulantes del barco, todos ellos vecinos de Campelo.

Comentarios