La polémica llegó a Ribadeo el pasado fin de semana. Durante lo que tenía que ser una fiesta del fútbol base -y de hecho, salvo por el incidente, lo fue-, un machismo que no acaba de ser desterrado hizo acto de presencia. El Asturias y el Tropezón disputaban un encuentro del torneo de alevines que tabmién disputó la SD Ribadeo, cuando el entrenador del Tropezón acusó a la portera de su rival, Carla Moolenaar, de ser un niño y llamarse Hugo.
El Asturias, un equipo compuesto completamente por chicas, deslumbró en el torneo colándose en las semifinales. Uno de los equipos a los que eliminó fue al Tropezón, en un encuentro en el que Carla -que jugará en el Spórting de Gijón la próxima temporada- realizó una gran actuación, deteniendo dos penaltis.
La controversia llegó cuando el técnico del Tropezón comenzó a decir que Carla no era una chica, era un chico y que, además, se llamaba Hugo. Un comentario que, además de estar totalmente fuera de lugar, no tendría ningún tipo de repercusión a nivel legal, ya que los equipos de la categoría alevín pueden estar integrados tanto por niños como por niñas.
La SD Ribadeo, por su parte, salió en defensa de Carla y de todo el Asturias: «Para nós foi un privilexio contar con estas nenas, que fixeron un torneo fantástico. De feito, démoslles unha medalla porque pensamos que a súa historia ten un mérito tremendo, competindo de ti a ti contra todos os rivais e demostrando que calquer tipo de machismo carece de sentido», indicó Miguel Peña, tesorero de la entidad ribadense.
Peña recordó, además, que la acusación era totalmente infundada: «Aínda que a nivel legal neste caso sería o mesmo que fose un neno, a verdade é que nós temos todos os carnés de identidade polo tema do seguro privado que hai que facer para este tipo de torneos», explicó.
El tesorero de la SD Ribadeo quiso poner en valor el alto nivel mostrado por Carla Moolenaar durante todo el campeonato: «A verdade é que tanto ela como as súas compañeiras amosaron un nivel moi alto, pero especialmente Carla demostrou por que está fichada polo Spórting de Gijón. Atrévome a dicir que, polas súas cualidades e polo seu carácter, vai chegar á elite, e de feito, díxenllo a ela cando acabou o torneo. Deume un abrazo e prometeume que se era así que non se esquecería do noso torneo e que volvería para agradecernos todo o noso apoio», contó Miguel Peña.
