El monasterio benedictino de Samos fue escenario este pasado fin de semana de un especial homenaje a una de las figuras más representativas de la localidad en las últimas décadas: el padre Agustín Miguélez.
El que fue prior del monasterio en dos etapas diferentes y también encargado de atender la portería durante varios años cumplió medio siglo de sacerdocio y recibió los honores a través de una misa presidida por el actual superior de la abadía, Gerardo Ibarra.
A este acto conmemorativo en el monasterio de Samos acudió la familia del padre Agustín, que se desplazó desde León para acompañar al exprior en un momento tan señalado. Los amigos más cercanos también se personaron en la misa homenaje, así como en la comida que se celebró posteriormente en el hotel A Veiga.
El delicado estado de salud del padre Agustín le ha impedido participar de manera activa en las actividades que se desarrollan en el monasterio en los últimos tiempos, pero su amabilidad y cercanía con la gente caló hondo en la localidad de Samos.
El padre Agustín fue prior del monasterio en dos etapas: desde el año 1980 hasta 1989 y desde 1994 hasta 1998. Se trata de una situación excepcional, ya que existen congregaciones benedictinas en España que tienen prohibido que un prior repita en el cargo. En total, este monje ostentó la posición de prior durante 13 años no consecutivos, siendo junto a José Luis Vélez -14 años como prior- uno de los superiores del monasterio benedictino que más tiempo permaneció en el cargo.
BASTONES. El padre Agustín, de 84 años, es aficionado a la elaboración de bastones de madera artesanales, una pasión que llevó a cabo dentro de su rutina diaria de salir a pasear y buscar la madera adecuada para su fabricación.
