Adiós a Holmes y al maestro de esgrima

La muerte del profesor José Goás Jul, a los 49 años, causa una honda conmoción en Lugo

José Goás Jul descansa en paz con 49 años después de luchar con una enfermedad de generativa y desconocida que le impidió vencer a una  neumonía. Tengo la gran suerte de ser su amigo para siempre y nos volveremos a ver y reír.

Nació en una familia humilde, hijo de costurera y sastre, y luchó con una inteligencia y memoria admirables hasta ser profesor de la Escuela de Idiomas de Santiago, donde enseñaba Inglés. Este lucense de la calle Quiroga, con cuatro hermanos, fundó la escuela de esgrima en Lugo; apasionado del cine y de las películas de espadachines. Además escribía novelas sobre Sherlock Holmes y daba conferencias por toda España sobre el detective londinense.

Pero ante todo José Goás Jul era un gran tipo y un amigo de toda la humanidad. Viajó con Ricardo en el Transiberiano y jugó con los mongoles.

He ahí el currículum de un hombre vital: lector empedernido, amante de su profesión, el mayor cinéfilo que conocí, profesor de esgrima y mitómano de Sherlock Holmes.

Pero José Goás Jul era una persona con un gran corazón capaz de levantar el ánimo al amigo abatido y hacerlo sonreír. Supo buscar una gran compañera, Ana, que perdió a una persona con ángel.

Blas, como le llamábamos los compañeros de piso en la carrera de Filología, era también un amante de la bicicleta y un ser muy cariñoso.

El fin de semana en la misa previa al funeral la gente lloró al escuchar ‘My Way’ de Frank Sinatra de un chico bilingüe por la música y las películas subtituladas. Blas era y es alegre, siempre estaba de buen humor y construyó un hogar con las caricias de Ana, los cómics, los libros, la esgrima, Sherlock Holmes, los viajes por medio mundo y la bici.

Deja en las muchísimas personas que lo querían un vacío muy profundo por su carisma y su bondad. Merece ser amado toda la vida. Era un hombre que lloraba sin avergonzarse de ello y un tipo que te hacía la vida feliz.

Murió poco antes de la Semana de Cine de Autor de Lugo, reposa entre flores un alma buena. Atrás quedan las comidas en Cacheiras de la autodenominado peña El Piso, noches de búsqueda de uno mismo y muchas risas. Todos te lloramos, Ana, Ricardo, Néstor, Roberto, Quique, Gunde, Fro, Maite, Celia, Guisa, Cristina, IInes, Joselu, Manolo, Ángel y un largo etcétera.

Resta dar ánimos a su familia: a Ana, con la que recorrió desde la Baja California hasta Noruega, sus padres, sus hermanos, Julio, Biti, Jacobo y el pequeño ya grande Abraham, el último de la saga. Adiós, profesor, viajero, buen compañero, esgrimista, cinéfilo y buena persona. Tu corazón se debía donar por ser noble y seguro que te reencarnaras en Holmes o en el maestro de esgrima de Pérez Reverte. Un abrazo, chulillo. 

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