El Capón de Vilalba queda pendiente de la regulación de su sacrificio

Los criadores valora que aún quedan "pasos por dar" para explotar todo el potencial del producto

El gerente de la Asociación de Criadores de Capón de Vilalba, Gonzalo Hermida, hizo una valoración muy positiva del hecho de que Comisión Europea le haya dado luz verde a la Indicación Geográfica Protegida , pero reconoce que aún quedan "pasos por dar" para llegar a generar una actividad económica que realmente sea capaz de explotar todo el potencial que tiene este producto.

En declaraciones a Efe, Hermida precisó que la concesión de la Indicación Geográfica Protegida, que era una vieja demanda y el resultado de muchos años de trabajo y gestiones, supone una "mayor protección para el producto" y, sobre todo, unas mejores "posibilidades de promoción", precisamente a través de la Consellería de Medio Rural y de su presencia en ferias de alimentación.

En todo caso, precisó que no soluciona todos los inconvenientes con los que todavía tienen que lidiar los criadores de Capón de Vilalba, especialmente aquellos que tienen la pretensión de convertir la cría de esta especie en la principal actividad económica de su explotación.

Todavía hay que regular "la parte del sacrificio" y en ese punto Gonzalo Hermida confía en que salga adelante una nueva normativa, sobre la que ya se lleva trabajando "unos tres años en el Congreso de los Diputados", que permitiría "salas de matanza en las explotaciones artesanales".

"Sería una posibilidad para arrancar" con una producción mucho más "grande" de capones, incluso durante todo el año.

De la Indicación Geográfica Protegida, destaca que "por lo menos ahora existe una regulación en cuanto a la producción y en cuanto a la protección del producto".

La Feira do Capón de Vilalba se celebra todos los años en diciembre, antes del Día de Navidad, y suele congregar a medio centenar de criadores que ponen a la venta en torno a 2.000 ejemplares, a un precio que se acerca a los cien euros por ejemplar.

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