La piscina municipal de Vilalba volverá a abrir sus puertas mañana, día 16, tras permanecer cerradas sus instalaciones durante los dos últimos meses y medio con el objetivo de acometer diversas reformas y obras. Las actuaciones supusieron solventar «una situación de peligro evidente, sobre todo en cuanto a electricidad y cloración», según afirmó el alcalde, Agustín Baamonde, y una inversión de 260.000 euros, 60.000 más que la prevista inicialmente.
Los usuarios podrán acercarse mañana a la piscina a partir de las 8.30 horas para adquirir sus abonos o realizar la inscripción en los cursos de natación, mientras que los empleados realizarán los ajustes necesarios en las máquinas para abrir la zona de baño por la tarde, a las 16.00 horas.
«A la gente que tenga un abono de larga duración se le hará la reducción correspondiente por el mes y medio que estuvo cerrada la instalación -en agosto cierra siempre- y en las matrículas nuevas no se cargará, obviamente, el mes de septiembre y el de octubre se cobrará la mitad», explicó Baamonde.
Las obras realizadas en la piscina municipal vilalbesa se centraron en tres áreas. La primera fue la renovación de los servicios fundamentales, como la instalación eléctrica, los sistemas de cloración y climatización y la máquina que regula la humedad, con lo que se logró «mejorar una situación ambiental que estaba siempre muy cargada».
También se impermeabilizó toda la zona de duchas en los vestuarios y, a mayores de lo previsto, la playa que rodea el vaso. Otra actuación que se incluyó sobre la marcha fue el cambio de las bombas que regulaban la entrada de agua a las duchas.
Para finalizar, se realizó una mejora estética con pintura exterior e interior y la renovación de diverso mobiliario. El Concello prevé hacer más mejoras en la iluminación del vaso y en los vestuarios, las cuales «se irán haciendo paulatinamente» y en las que «no hará falta cerrar la piscina».
