Especialista en el límite

Es el segundo equipo de la categoría que presenta mejor porcentaje de goles en los minutos finales de los encuentros
Los jugadores del Lugo celebran un gol
photo_camera Los jugadores del Lugo celebran un gol

Distancias cortas para marcar la diferencia al final, cuando los puntos arden, las fuerzas disminuyen y el acierto y la lucidez valen su peso en oro. Ahí, en los últimos minutos, es donde el Lugo se hace fuerte, donde se impone a su rival, donde se convierte en un mago para transformar los empates en triunfos.

El conjunto dirigido por Francisco Rodríguez es el segundo equipo de la categoría de plata que mejor maximiza el último cuarto de sus duelos ligueros. El Lugo ha anotado el 55,6% de sus tantos entre el 75 y el 90. Solo el Lorca tiene un mejor porcentaje de goles anotados en ese tramo con un 62,5%.

En cuanto a cifras totales, el cuadro rojiblanco también es de los clubes que más han acertado con la portería rival en los instantes finales de los partidos. Sus 5 tantos lo sitúan en la segunda plaza de esta estadística, igualado con el Osasuna, el Nástic y el Lorca y por detrás de la Cultural Leonesa, que consiguió 8 dianas entre el 75 y el 90.

Los goles a partir del minuto 80 supusieron 8 puntos para los lucenses, con Iriome a la cabeza de los generadores de victorias. El tinerfeño le dio los triunfos ante el Zaragoza en el Ángel Carro y frente al Barcelona B en el Mini Estadi. En el duelo ante los zaragozanos el jugador chicharrero marcó en el 92, mientras frente al filial culé en el 90. Contra el Córdoba, Los dos tantos del triunfo por 0-2 llegaron en el 80 -obra de Antonio Campillo- y en el 85 -por medio de Mario Barco-. El último de los duelos con triunfo en los últimos 10 minutos fue el de Alcorcón, en el que Ignasi Miquel cabeceó el 0-1 en el 92.

Cambios efectivos al final Francisco ha sabido leer bien los partidos y acelerarlos a través de los cambios



ESTRATEGIA POSITIVA. Una de las claves de este buen rendimiento está en la capacidad del Lugo de madurar los partidos a través de la posesión, la verticalidad en tres cuartos de campo y la presión sin balón a su rival. También la estrategia diseñada por Francisco desde el banquillo ha funcionado. El preparador andaluz ha sabido leer los encuentros igualados para acelerar el juego en los últimos instantes, ser protagonista y generar ocasiones de gol.

El almeriense ha movido el banquillo con acierto. Albarracín ha sido su gran aliado. El uruguayo ha dado tres asistencias de gol -ante el Zaragoza, el Barcelona B y el Alcorcón- que fueron transformadas en gol por Iriome en dos ocasiones e Ignasi Miquel. También la inclusión de Mario Barco frente al Córdoba le valió al Lugo para encerrar al Córdoba e incluso el riojano anotó el 2-0 frente a los andaluces.

La calidad de la plantilla le permite a Francisco incluir futbolistas en los tramos finales de los partidos sin que el equipo se resienta en calidad. «Estoy seguro de que no hay mucha diferencia entre poner a uno o a otro. Salga el que salga estará igual de preparado y el que lo haga solo beneficiará al Lugo», declaraba Francisco antes del duelo frente al Alcorcón.

La polivalencia de jugadores como Campillo o Fede Vico, junto al juego sin balón de los puntas, también permiten desordenar a sus rivales en los tramos finales, cuando el físico falta.

El Lugo ha demostrado esta campaña que se sabe mover a la perfección en la distancia corta, en las diferencias exiguas en el marcador. El cuadro rojiblanco es el club de Segunda que más triunfos ha logrado -seis- de los 22 equipos que componen la categoría. Cinco de esa media docena ha sido por la mínima, con solo un gol de diferencia con respecto a sus rivales.

Solo el Córdoba hincó la rodilla con el Lugo por más de un tanto de diferencia (2-0), pero eso sí, lo hizo aguantando 80 minutos con el 0-0 en el electrónico, pero a partir de ahí llegaron los goles de Campillo y Barco.

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