Un historiador denuncia que un petroglifo de Sarria sufrió graves destrozos

La pieza no se encuentra inventariada y cree que se trata de un "altar rupestre". También pide la limpieza del conocido como Bolo de Betote
Restos que se conservan del petroglifo de Betote
photo_camera Restos que se conservan del petroglifo de Betote

El historiador y presidente de la asociación Patrimonio dos Ancares, Xabier Moure, denunció la "desfeita" de un petroglifo en la parroquia sarriana de Betote.

Según explicó, fue localizado a través del vecino José Antonio Quiroga, quien recordaba que su padre se lo mostró hace 50 años. Cuando se trasladaron al lugar se encontraron con que el petroglifo "desaparecera" y solo había restos de piedras cortadas y tierra. Tras retirarlas, a "25 centímetros de profundidade", el investigador halló únicamente algunos restos del petroglifo, pues había sido "cortado por varias partes, perdendo gran parte dos motivos".

Aseguró que inicialmente podía tener un tamaño de dos por dos metros. "Na parte central había unha gran pía da que partían varios sucos que desembocaban en pías de menor tamaño. Na actualidade aínda se conservan algúns, parte de dúas pías duns 15 centímetros de diámetro e outras tres moi deterioradas. Tamén se ven algunhas coviñas, características dos petroglifos galegos", relató.

Cree que se trata de un "altar rupestre". El bien no está inventariado, dijo, aunque ya se hacía referencia a él en un trabajo de Luis J. Solla Fontán en un boletín del Museo Provincial de Lugo de 1984. Su redescubrimiento fue comunicado al servicio de Patrimonio de Lugo, afirmó.

Por otro lado, Xabier Moure reclamó que el Ayuntamiento proceda a la limpieza del entorno y señalice ante su "abandono" el Bolo de Betote, situado en la parroquia del mismo nombre.

Este bien fue trasladado de su ubicación original en 2006 a causa de las obras del corredor de Sarria. En aquel año, en torno al Bolo de Betote se hallaron varias estructuras datadas en el Calcolítico, del 2500 al 2000 antes de Cristo. Ante los descubrimientos se llevó a cabo una excavación del entorno y se decidió trasladarlo. Para ello, tuvieron que cortar la piedra, de 112 toneladas de peso, y reinstalarla.

El historiador tiene previsto remitir al Ayuntamiento un listado de los petroglifos del municipio para que limpie su entorno y lo señalice, ya que al tratarse de petroglifos son "ben de interese cultural", señaló.

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