El retablo del escultor Francisco de Moure, impresionante obra maestra del barroco gallego que ocupa toda la cabecera de la iglesia del Colegio del Cardenal de Monforte y que está considerada una de las joyas del patrimonio local y de Galicia, se encuentra amenazada por la carcoma, además de estar cubierta por una espesa capa de polvo que se ha ido acumulando a lo largo de los años.
El estado en el que se encuentra preocupa a la asociación Amigos do Patrimonio de Lemos, que considera necesario llevar adelante una actuación de limpieza y la aplicación de un insecticida que acabe con los xilófagos. Los responsables de este colectivo no dudaron en calificar de "lamentable" el estado en el se encuentra esta joya del barroco gallego, obra de la primera mitad del siglo XVII firmada por Francisco de Moure y su taller. También indicaron que la inacción de las administraciones con competencias sobre el patrimonio es, en este caso, "preocupante".
Expertos en restauración señalaron que los trabajos a realizar en el retablo mayor del colegio del Cardenal no serían muy costosos, pues consistirían en una limpieza y en la aplicación de un insecticida. Asimismo, apuntaron la idoneidad de retirar el entarimado que hay en la zona del altar, de pino, pues se cree que es donde prolifera la carcoma que luego salta hacia el retablo.
La propuesta de los especialistas es retirarla y dejar el suelo de granito a la vista o bien colocar otra tarima con una madera noble tratada que no pueda verse afectada por los xilófagos.
Esta pieza escultórica, realizada en madera de nogal, con una talla de filigrana, ofrece actualmente al visitante una imagen de abandono debido a la capa de polvo que recubre los relieves y las dos esculturas de bulto redondo, Nuestra Señora de la Antigua y San Ignacio de Loyola, que conforman el retablo de tres cuerpos.
El polvo y la suciedad acumulada durante años le confieren un aspecto blanquecino que desvirtúa la estética del retablo. Hace cerca de dos décadas, gracias a una intervención de la Xunta de Galicia que había gestionado el alcalde de Monforte por aquel entonces, el popular Nazario Pin Fernández, se procedió a una operación de limpieza y a un tratamiento anticarcoma. Desde entonces no se volvió a actuar en materia de conservación en este impresionante retablo.
