El plazo para identificar fincas plantadas con patata finaliza el próximo día 31

La declaración de las parcelas sembradas es obligatoria, ya que de lo contrario los propietarios pueden ser multados ►Medio Rural todavía no cerró el calendario de recogida al no haber decidido qué empresa retirará las cosechas
Plantaciones de patata con trampas en el municipio vivariense
photo_camera Plantaciones de patata con trampas en el municipio vivariense

Los vecinos de los 31 municipios de A Mariña, Abadín, A Pastoriza y de los concellos de Ferrolterra y Ortegal afectados por la plata de la polilla guatemalteca -Tecia solanivora- que daña la producción de este tubérculo, disponen hasta el próximo día 31 de plazo para declarar sus plantaciones en las oficinas agrarias comarcales. Desde la modificación de la ley de procedimiento administrativo, los sábados no cuentan como días hábiles, aunque sea posible efectuar el registro de documentación.

Un buen número de los pequeños productores de autoconsumo ya identificó las fincas sembradas con patata. Esta declaración es obligatoria desde el pasado día 5, tras la publicación del Real Decreto estatal que establece las medidas del plan nacional contra esta plaga de cuarentena. Esta norma también prohíbe sembrar tubérculo desde la fecha citada, pero además quien lo haga se expone a multas de entre 300 y 3.000 euros. Las sanciones son similares por el incumplimiento de cualquiera de los puntos fijados en el decreto.

Las fincas plantadas y ya identificadas cuentan ahora con trampas instaladas, después de que se las facilitasen los técnicos de las oficinas agrarias, quienes además explican cómo colocarlas. Los propietarios deben facilitar la situación de sus parcelas, con los datos personales y el número de teléfono. Los técnicos les solicitan que si en un periodo de 45 días nadie contactó con ellos, pasen de nuevo por la oficina para reponer la pastilla de feromona.

El vivariense Luis Manuel García Otero, Churi, que desde hace tres años siembra unos 50 metros de terreno para autoconsumo, explica que ante esa demanda, indicó a los técnicos que en ese tiempo "igual xa teño recollida a coleita", a lo que estos respondieron, "que lle imos facer se as come vostede será porque están boas".

Este productor señala que el primer año que puso las patatas, los vecinos de las fincas colindantes ya le advirtieron de que tenían la plaga, pero él consumió las que estaban sanas y desechó el resto. "O ano pasado tamén collín as de cedo, as de tarde non, porque queimáronse todas". El afectados considera que "isto non é ningunha broma" y cree que "o problema foi que moita xente tirounas polas silveiras".

EN ESPERA. Los propietarios de estas pequeñas huertas y plantaciones tienen que esperar ahora a que los técnicos de la Consellería de Medio Rural digan qué harán con la cosecha sembrada. El departamento autonómico todavía no cerró el calendario de recogida, debido a que falta por determinar qué empresa retirará las patatas de los puntos de depósito que fijarán en cada municipio y parroquia. Una vez que se conozca facilitarán sacos tupidos para introducir las patatas cosechadas y entregarlas para su traslado a un vertedero o planta para su quema.

Los técnicos pesarán los sacos y levantarán acta de los kilos recogidos a cada particular para su posterior indemnización. El trabajo de recogida se hará mediante furgonetas, que se reunirán en un punto para que los sacos sean trasladados después por un camión aislado hasta la planta de Gesuga, en Cerceda. Todo el proceso se hará bajo vigilancia oficial.

La Xunta apela a la solidaridad vecinal para que el vecindario cumpla la normativa y evite que Galicia siga el mismo camino que Canarias, donde todo el territorio está infestado y solo salvan el 20% de la producción.

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