El Concello está decidido a extender al resto de la ciudad la zona 30 que acaba de implantar en la Ronda da Muralla y que ya estaba vigente desde hace años en el Barrio Feixoo y en Augas Férreas. Las medidas para calmar la velocidad y reducir el riesgo de atropellos llegarán en breve al entorno de un centro, el Ceip Luís Pimentel de A Piringalla, donde una petición en este sentido planteada por la asociación de padres acaba de ser admitida por el Concello.
El Anpa pide reductores de velocidad en Mar Cantábrico, pues dice que hay coches que pasan a 70 u 80 kilómetros por hora
El concejal de infraestructuras, Manuel Núñez, se reunió ayer por la tarde con la directiva del Anpa y les trasladó que se convertirá en zona 30 las calles del entorno de centro escolar y que también está previsto instalar reductores de velocidad en vías como Mar Cantábrico, donde según el presidente del Anpa, Carlos García, «la velocidad está limitada a 50, pero hay coches que pasan a 70 ó 80 kilómetros por hora», comenta.
García explicó que el concejal les comentó que la petición de los padres, que hace tiempo presentaron por el registro del Concello un escrito con esta y otras demandas, «le pareció bien y la considera viable, además de lo más lógico teniendo en cuenta que se trata de una zona escolar».
La creación de esta zona 30, de la que se beneficiarán también los alumnos de los institutos Muralla Romana y Ánxel Fole, no fue la única demanda que el concejal de infraestructuras se comprometió a atender, ya que también aseguró que se repintarán los pasos de peatones de la zona. «Habíamos pedido tres nuevos, pero uno de ellos, en Santo Graal con Rúa Lavandeira, ya existe, pero casi no se ve. Sí se hará uno nuevo junto al cruce con Rúa Aceroleiro, pero el que pedíamos en la salida del instituto nos dicen que los técnicos lo ven peligroso porque está en una curva», explica el presidente del Anpa, quien en este último caso se plantea la opción de colocar unas vallas entre la acera y la calzada para disuadir a los alumnos de cruzar y conducirlos hasta el siguiente paso de peatones.
Hay padres que defienden que en la zona el problema es la falta de civismo de algunos conductores y que hay que vigilar más.
ILUMINACIÓN. La petición de los padres incluía también la demanda de la mejora de la iluminación del jardín de la Rúa Gallego Tato. El concejal Manuel Núñez explicó que de momento se enfocará una de las farolas hacia la zona verde a la espera de una futura mejora del alumbrado.
