Se desplazan a otros trenes

La falta de revisor en trenes facilita que se cuele gente que acosa a viajeros

"Levo meses viaxando a Ourense sen que me pidan o billete e isto é un circo", cuenta una usuaria ►CGT alertó de esta situación en varias líneas gallegas, donde ya hubo altercados y retrasos
Salida del tren de Madrid, que sí lleva interventor.
photo_camera Salida del tren de Madrid, que sí lleva interventor.

A perro flaco, todo son pulgas. Una vez más, los acontecimientos en los servicios ferroviarios lucenses hacen bueno el dicho popular ya que, a los déficits que sufre desde hace décadas, se suma uno más. La falta de interventores en algunas líneas, como la de la primera hora de la mañana entre Lugo y Ourense, provoca que algunas personas no paguen billete y que se cuelen personas que molestan a otros viajeros. «Eu levo viaxando a Ourense no primeiro tren do día dende principios de curso, ás veces máis dun día á semana, e nin unha soa vez me pediron o billete», cuenta una usuaria, que además se queja de las situaciones que a veces se viven en los vagones.

Esta viajera explica que con frecuencia se suben al tren personas con signos de drogodependencias que con sus comportamientos en ocasiones llegan a intimidar a los pocos viajeros que suele llevar el ferrocarril. «En Monforte súbese moitas veces unha persoa con mal aspecto que ás veces se senta contigo, se dirixe a ti insistentemente, con continuas preguntas do tipo canto custa ese móbil, e ese reloxo... Ten chegado a seguirme tras baixar do tren en Ourense» cuenta esta viajera, que «cansada da situación», esta semana ha tomado la decisión de poner una reclamación en Renfe. «A veces intimídate, co tipo de preguntas que che fai. E se me pasa algo no tren que fago? «Quen mira por min?», pregunta.

«Hai persoas que presumen de subir sen pagar e outros pagamos por un tren lentísimo e sen seguridade», afirma una viajera

Esta usuaria explica que con frecuencia se dan situaciones impropias de un medio de transporte público, como personas que fuman en el servicio, que se descalzan y ponen los pies en los asientos o que se liman las uñas, cita como ejemplo de comportamientos que ha presenciado. «É inadmisible que non haxa ningún empregado que exerza autoridade. Imos tres ou catro traballadores ou estudantes abandonados á nosa sorte, un feixe de ‘delincuentes’ e o maquinista», denuncia.

Esta viajera señala, además, que no hay ningún tipo de control de los billetes. Ella lo compra por internet (11,35 euros) y lleva el comprobante en el teléfono móvil pero ni una sola vez se lo han pedido, asegura. «Hai persoas que se suben impunemente ao tren, que presumen de non pagar xamais e degradan a calidade da viaxe, mentres outra xente honesta facemos o parvo pagando a Renfe centos de euros anuais a cambio dun tren lentísimo e sen as mínimas condicións de seguridade. O trato da Renfe a Lugo é simplemente ignominioso», se queja.

La ausencia de interventores fue denunciada en varias ocasiones por el sindicato CGT. Recientemente, señaló que en el primer trimestre del año 965 trenes recorrieron Galicia sin revisor, lo que ya ha dado lugar «a muchas incidencias, altercados de orden público, transbordos de viajeros o retrasos». La situación se debe a la escasez de personal, por jubilaciones y falta de convocatoria de plazas, en las residencias de intervención de Vigo, A Coruña, Ourense y Monforte. Los acuerdos firmados por Renfe con los sindicatos Semaf, UGT y CC.OO están provocando que los trabajadores se acojan al plan de desvinculaciones y no estén siendo sustituidos.

La situación no solo provoca un empeoramiento en la calidad del servicio, sino una merma en la recaudación, ya que hay estaciones con parada y sin taquilla, donde los viajeros se suben al tren, y en este no hay nadie que les cobre.