O Piña rechaza Europa para consolidarse

El camino del campeón

Alberto Piñeiro 'O Piña' intensifica su trabajo para la defensa del campeonato de España del peso medio, que tendrá lugar en Lugo el 29 de septiembre. La pegada, principal foco de mejoría
Piñeiro, tras lograr el título de campeón de España
photo_camera Piñeiro, tras lograr el título de campeón de España

Trabajar, entrenar. Trabajar, entrenar. Trabajar más, entrenar más duro. Este es el día a día de Alberto Piñeiro, 'O Piña', el campeón de A Piringalla. Una rutina silenciosa de cara a la defensa del título nacional del peso medio, que se celebrará en Lugo el próximo 29 de septiembre ante el aspirante oficial, Luis Crespo. Un hábito alejado de los focos, pero necesario para mantenerse en la cima del Olimpo del boxeo.

Porque en el deporte del cuadrilátero no hay jornada todas las semanas para evaluar el casillero. Ni un mitin en el que comprobar si, al fin, se logra reducir la barrera de los 13 minutos. El boxeo es una carrera de fondo sin metas volantes ni tiempos intermedios, más allá de lo que el cuerpo susurra entre gotas de sudor en el trayecto que va desde el gimnasio hasta la ducha.

Y el cuerpo de O Piña funciona. Se lo comentaba todas las noches tras alzarse con el título de campeón de España el pasado mes de noviembre, cuando decidió continuar con su camino en busca de la gloria. Y se lo demostró hace poco más de un mes frente a Isco Durán, en el primer combate que disputó el lucense tras conseguir el cinturón del peso medio. "Ganamos por KO en el primer asalto. Era un chaval fuerte y sabíamos que iba a ser una pelea muy dura. Pero en el primer asalto le hicimos mucho daño. Lo rematamos bien, lo tiramos tres veces al suelo y el árbitro paró el combate. Esperaba seis asaltos duros, pero salió todo bien", explicó el púgil lucense.

Ese primer asalto condensó los meses, años, de esfuerzo perseverante por parte de Alberto Piñeiro. "Estamos haciendo un trabajo específico con las pesas en el Aft Argos y lo estoy notando mucho. Noto que hago daño cuando pego. Buscamos intensificar la potencia y la rapidez y está saliendo a la perfección. Cada vez estamos mejor y sobre todo mucho más confiados", aseguró el boxeador de A Piringalla.

"Estamos haciendo un trabajo específico. Ahora noto que hago daño cuando pego. Cada vez estamos más confiados"


Piñeiro también modificó recientemente sus habitos de entrenamiento para adaptarse a las características específicas de Crespo. "No cambian demasiadas cosas, pero sí los sparrings, por ejemplo. Él es zurdo y alto, entonces buscamos gente así para entrenar y prepararnos para Luis Crespo. En principio contaremos con dos púgiles con estas características, uno catalán y uno panameño, aunque todavía no están confirmados", explicó O Piña, que reconoció la dificultad del combate ante el madrileño. "Es un rival muy veterano, que ya fue campeón de España profesional. Es un chaval con muchas tablas, y hay que entrenar mucho para contrarrestar sus virtudes", indicó el lucense.

O Piña, eso sí, aseguró que él mismo también se siente "mucho más boxeador". "Siempre he estado cómodo en el ring, pero en cada pelea que sumo, la experiencia se nota. Uno se conoce mejor. Cuanto más ruedas, más lo notas", comentó el deportista.

El esfuerzo silencioso de Alberto, por el momento, continúa. Trabajar, entrenar. Trabajar, entrenar. Trabajar más, entrenar más duro. Un silencio necesario para que el próximo 29 Lugo pueda volver a estallar con el ruido que provoca la victoria.

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