Abortado un robo en Burela al llegar el dueño y ahuyentar a los cacos

A medianoche saltó la alarma en el negocio y el primero en llegar fue el propietario, que vio a un grupo de cinco personas salir huyendo

La rapidez con la que llegó a su propio negocio el dueño de una firma de pescados ubicada en el casco urbano burelés, cuando saltó la alarma pasada la medianoche, evitó que le robase un grupo de personas a las que logró ahuyentar con su presencia.

Una pandilla, formada al parecer por varios chicos aunque no les pudieron ver con claridad -al menos hasta el cierre de esta edición se desconocía incluso si eran de Burela-, forzó la manilla de una ventana trasera de las oficinas. De esa forma, saltó la alarma.

Pese a activar el dispositivo, entraron en el establecimiento, aunque, como señalaron los dueños, no llegaron a robar nada en el interior de las instalaciones.

Tampoco los daños fueron reseñables. "Apenas causaron destrozos en una manilla de la ventana exterior, para entrar, y rompieron la bombilla de un sensor de movimiento", especificaron los responsables del negocio.

En resumen, apenas suman 100 euros en daños. Y en gran parte, el hecho de que quedasen en esa reducida cifra se debe a que el dueño vive cerca y se apresuró a dirigirse al negocio para ver qué sucedía.

Cuando llegó al lugar, el grupo salió huyendo y se dispersaron por varias calles en mitad de la noche.

"Es la primera vez que nos pasa esto y llevamos toda una vida en Burela", matizan los propietarios.

Hubo un aviso al servicio de emergencias 112 Galicia, teléfono al que suelen derivar muchos sistemas de alarmas. Desde esta central de emergencias gallega, se alertó a su vez a la Guardia Civil que acudió de inmediato a la zona. Al dispersarse tan rápido en mitad de la noche los causantes del allanamiento, en principio no hubo noticias sobre ninguna detención, ni identificación.

DEMORA. A este aviso ocurrido por la noche en Burela, llegaron agentes de una patrulla de Foz y de otro municipio cercano lo que preocupa a los dueños de numerosos negocios, no ya en este caso, sino en general en A Mariña. En Mondoñedo por ejemplo, con casos anteriores y similares, también se hizo constar el hecho de que las patrullas algunas noches están lejos y tal vez tengan que ir hasta la ciudad episcopal desde Ribadeo, Foz o Barreiros.

"Solo podemos elogiar la actividad y la entrega de los guardias civiles que vienen, pero se trata de advertir a las autoridades de la necesidad de que al menos mantengan o si es posible aumenten el número de efectivos para A Mariña porque es una comarca con una gran extensión en la que trabajan pocos agentes para todo cuanto se denuncia. No dan abasto, son pocos y eso repercute en los ciudadanos", señalan los empresarios.

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