Detectives de la historia

La arqueóloga inglesa Joanne Clark ha recorrido 4.500 kilómetros en cinco semanas, con parada en Terra Chá, para descubrir el patrimonio natural, etnográfico y cultural de Galicia, del que destaca su riqueza y lamenta la dejadez a la hora de preservarlo
Maxi, Joanne y Melanie, este martes en la cruz de Bascuas
photo_camera Maxi, Joanne y Melanie, este martes en la cruz de Bascuas

Como Sherlock Holmes modernos, son detectives en busca de retazos que construyen la historia. Las inglesas Joanne Clark y Melanie Hilton Pierce y el friolés Maxi Lorenzo no tienen que resolver un crimen, pero si observar, preguntar y plantearse hipótesis para descubrir los secretos que se ocultan tras un nombre, un manantial o una construcción.

Y esto es lo que han hecho en las últimas cinco semanas estos expedicionarios del siglo XXI siguiendo las huellas de los ancestros galaicos, recorriendo unos 4.500 kilómetros y tres provincias -solo les quedó Ourense por visitar- por el simple gusto de profundizar en los secretos del inmenso y rico patrimonio de Galicia.

"Estas cinco semanas han sido un placer", resume la arqueóloga Joanne Clark, acompañada por Melanie, experta en el Camino de Santiago, y Maxi, su guía en este peregrinaje de conocimiento que los ha llevado a las Rías Baixas, Ortegal, Betanzos, Santa Eulalia de Bóveda, Mondoñedo o la comarca chairega.

Con el interrogativo Why? -¿Por qué?- como leitmotiv, ya que cada descubrimiento genera un millar de preguntas, han visitado parajes que Joanne califica de "excelentes" o "privilegio", como Dombate, O Castro de Vigo o Viladonga. Pero también se han llevado sorpresas desagradables, como la proliferación sin control ni medida de las plantaciones de eucaliptos, que invaden restos de gran valor, como mámoas y petrogifos, e incluso cercan el yacimiento de Castro de Rei.

Joanne destaca además la guitiricense Capela de Bascuas, un pequeño oasis que ha despertado su interés al permitirle, en apenas 100 metros, viajar miles de años. Allí hay una gran cruz pétrea que cree que puede ser un menhir cristianizado rodeado de fuentes -los pueblos prerromanos concedían gran importancia al agua-, un castro, restos romanos, la capilla medieval o leyendas preservadas por el boca a boca. Un conjunto único en cuya conservación ha influido decisivamente el párroco Alfonso Blanco, con el que los tres han visitado el lugar.

"Es un placer hablar con la gente de aquí, aprendemos mucho de ellos", explica quien también ha querido pasar tiempo en el Festival de Pardiñas o en la feria de Parga, "porque todo es arqueología". "La historia está en todas partes", añade, y no habla solo de piedras o restos físicos, sino de la tradición oral, fiestas, leyendas o costumbres populares.

Joanne alude constantemente a los tesoros, en un amplio sentido de la palabra, y rechaza la visión de estos como algo privado o particular, porque para ella no son de nadie en concreto, sino que son de todos. "No se trata de encontrar tesoros para nosotros, sino para el futuro", dice, convencida de que la responsabilidad de ponerlos en valor es colectiva.

Como experta en patrimonio que lleva toda una vida divulgando la importancia de su conservación, defendiéndolo como un legado de los antepasados que se debe preservar para las generaciones venideras, a Joanne le resulta "frustrante" el ver que en Galicia no se respeta ni se protege como debiera. Y es aquí donde esta reconocida arqueóloga no puede dejar de incidir en otro aspecto clave, la trascendencia de transmitirle a las nuevas generaciones el valor de lo que los rodea.

Joanne insiste en que se tiene que fomentar en los niños la curiosidad por buscar, por descubrir, por ser Sherlock Holmes, tal y como ella lo ha sido en los últimas semanas en Galicia, y prevé seguir siéndolo en el futuro.

.

Comentarios