"España es un país tremendamente machista y tremendamente inculto" en comparación con otros de la Unión Europea, asegura ante un café en Jerusalén, Lucía Etxebarría. La escritora galardonada con los premios Planeta y Nadal se encuentra de visita en Israel y Palestina por motivos familiares.
Considera "delirante" que sus últimos tres libros no hayan tenido ninguna reseña en España: "Silencio absoluto", lamenta, mientras que cuando dice "una cosa muy bestia" todo el mundo la recoge y publica sobre ella.
Lucía Etxebarría: "Soy la única escritora española que ha publicado un libro escrito en francés en toda la historia de la literatura española"
"Es delirante que se hable de donde follo y no de mis libros", protesta en referencia a la última polémica que protagoniza en los medios, tras declarar en un programa de Tele 5 que le robaron cuando practicaba sexo en la calle borracha durante unos Sanfermines.
Más allá de esta controversia, insiste en que en España "es imposible vivir de publicar libros", lo que le llevó a redactar su última novela en francés y editarla en Francia. "Soy la única escritora española que ha publicado un libro escrito en francés en toda la historia de la literatura española. Bueno, tampoco hicieron caso a Buñuel. O por ejemplo, Nacho Vigalondo va a Sundance, ¡A Sundance!, y aquí no le producían", afirma.
PIRATERÍA. Culpa a los sucesivos gobiernos por no hacer nada para evitar la piratería y lo atribuye a "la presión de las operadoras telefónicas". "Tenemos la wifi más cara de europa, con los sueldos más bajos. Nadie pagaría esos precios si no pudiese descargar" argumenta, y apunta también a "las puertas giratorias" que hacen que "ministros y altos cargos acaben en las telefónicas".
Además la Etxebarría considera que "España no mima a sus escritores como los mima Francia. De forma que Francia exporta cultura. Si vas a Inglaterra, Francia o Estados Unidos y buscas literatura española, encuentras solo autores latinoamericanos" y, entre las mujeres, la escasez es aún mayor: "cuando he buscado autoras españolas, solo encuentro a Almudena Grandes y a mi".
Atribuye la falta de visibilidad de sus obras, además de a ser mujer en un entorno machista, a no estar "casada con nadie", no estar afiliada a ningún partido y decir lo que le sale "del coño" y concluye: "Ir de francotiradora se paga". En Israel se han traducido al hebreo tres de sus libros y, nada más llegar, se encontró con una pareja de fans de su novela "Beatriz y los cuerpos celestes" que la reconocieron en el aeropuerto.
JUDAÍSMO. "Yo tengo el mayor respeto del mundo por la cultura judía. Parte de mi familia es judía. Sin Freud y sin Marx, todo el pensamiento actual no existiría y eran judíos. Y no era casualidad que fueran judíos. Es una tradición intelectual de indagación enorme", asegura.
Lamenta que se haya extendido "la falacia de que si eres crítico con el Estado de Israel eres anti-judío" algo que "no es cierto", como demuestra el hecho de que "hay muchos judíos y muchos pensadores judíos críticos con Israel".
"Yo no quiero que el Estado de Israel desaparezca, simplemente creo que la ocupación se está yendo de madre. Simplemente me parecería normal que se respetaran los acuerdos de la ONU, eso es todo", considera.
