La denominación de origen Ribeira Sacra estará desde este jueves hasta el próximo miércoles en una de las vinotecas más exclusivas de París (Francia), Lavinia, que tiene tiendas también en España, Suiza y Ucrania y un proyecto de expansión por toda Europa, lo que la colocaría en el primer puesto, si ya no lo tiene ahora, según los expertos, en el cada vez más especializado mundo de la comercialización del vino.
Ribeira Sacra llega a Lavinia-París de manos de Turismo de Galicia, que ha diseñado un plan para divulgar las bondades de los caldos que se cosechan en las cinco denominaciones de origen gallegas. Bajo el nombre 5 Gallegas, durante los próximos días se ofrecerán catas, tapas y menús maridados con los caldos gallegos.
El mercado francés no es de los destacados para los vinos lucenses, pero los viticultores esperan que la promoción surta efecto
La combinación de un vino con determinados menús es un camino que inició hace años el consejo regulador Ribeira Sacra y que en todos los certámenes a los que acude con esta propuesta ha dado un gran resultado, según confirmó el presidente del consejo regulador, José Manuel Rodríguez, quien se desplazará a París para participar en el evento promocional.
Rodríguez está convencido de que los vinos de la zona tienen el suficiente caché para triunfar en esta promoción, máxime cuando en el pasado mes de junio un equipo de cata de Lavinia estuvo en Monforte, donde llegó a probar un total de 85 caldos para incluir algunos en sus catálogos de venta.
Los encargados de aquella tarea fueron Juan Manuel Bellver, director de la compañía en España, y Sara Martín, directora de producto. Lavinia trabaja con bodegas pequeñas, con producciones limitadas y los catadores reconocieron que eso en la Ribeira Sacra abunda.
POCAS VENTAS. El mercado en Francia no es, ni mucho menos, de los más potentes que Ribeira Sacra tienen en Europa. Según los últimos datos facilitados por el consejo regulador, en 2016 se vendieron en este país 33 hectolitros, la mitad menos de lo que se había consumido un año antes, por lo que existe cierta preocupación por el movimiento comercial en el país vecino.
La bajada de ventas en Europa preocupa, pues también se ha dado en países como Bélgica o Noruega, que tres años atrás eran importantes importadores.
