Opinión

Turquía no es Europa

HOY APENAS queda nada del legado de Kemal Atatürk el inspirador de la Turquía moderna. Su principal empeño fue occidentalizar Turquía y acercarla a Europa. En buena medida lo consiguió. Así durante décadas Turquía fue un Estado laico con una legislación en muchos aspectos avanzada sobre todo comparada con las de la zona.

Atatürk tenía una sincera admiración por Occidente de manera que su primer paso al hacerse con el poder fue el de secularizar la sociedad turca. Abolió la poligamia y la sharia, prohibió el uso del velo a las mujeres a las que además les dio el derecho al voto del que carecían hasta ese momento, y cerró las madrazas e impuso la educación obligatoria, gratuita y laica. No contento con eso introdujo el alfabeto latino y el calendario gregoriano. Su objetivo era que Turquía se pareciera a cualquier país europeo.

Pero ya digo que la Turquía del siglo XXI ha dado unos cuantos pasos atrás respecto a la Turquía de Kemal Atatürk. De eso se ha encargado Recip Tayyip Erdogan que ha devuelto a Turquía a tiempos pretéritos. La religión vuelve a ser la línea conductora del Estado y por tanto de la sociedad. Y no solo eso, sino que los atisbos de modernidad se han ido apagando.

Pero lo realmente más preocupante es que la Turquía de Erdogan no es precisamente un Estado con usos democráticos. Se persigue y encarcela a sus adversarios políticos, se llevan a cabo “purgas” contra los disidentes, no hay la libertad de expresión, son numerosos los periodistas detenidos y encarcelados, las mujeres vuelven a esconderse tras el velo, y su política ambigua respecto al Isis, son algunos de los puntos negros del gobierno de Erdogan.

Tampoco hay que perder de vista la política chantajista de Erdogan respecto a Europa a cuenta de los refugiados. Chantajea a la Unión Europea dejando salir pateras de la costa turca y solo las retiene si se le paga generosamente. Se permite insultar a quién le contraría como ha sucedido recientemente cuando algunos países han denegado el permiso a sus ministros para hacer campaña política a favor de Erdogan.

Turquía no es Europa y si alguna vez caminó en su dirección ahora ha dado un gigantesco paso atrás de manera que será difícil que este país pueda formar parte de la Unión Europea sobre todo porque no respeta los más elementales derechos humanos.

Pero cuidado porque Recip Tayyip Erdogan es un adversario formidable capaz de cualquier cosa porque tiene osadía y fe. Una combinación explosiva. Lo estamos viendo.

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