Opinión

Insultos

PORTUGAL PRIMERO e Italia a continuación pidieron la dimisión de Jeroen Dijsselbloem como presidente del Eurogrupo. España, que fue tan insultada como los otros países del sur de Europa, mantiene por boca del ministro de Economía una posición de templar gaitas con quien es un perfecto maleducado, desprecia las normas de la relación política entre países y es electoralmente un perdedor. El señor Dijsselbloem no está arrepentido, aunque lo haya soñado Luis de Guindos, de haber dicho que los países del sur piden ayuda después de habérselo gastado todo en vino y mujeres. Un señor así no puede ser una de las cabezas de Europa. Y el Gobierno español, no por un gesto de hidalguía hispana herida y sí por compromiso con la idea de la Europa que celebra el 60 aniversario del Tratado de Roma, debe sumarse a esas peticiones de dimisión. Al menos, no templar gaitas como débiles a la hora de opinar.

Hacia la nada

¿Hay voluntad/posibilidad real de diálogo entre las partes en la cuestión catalana? El Gobierno repite esa voluntad y esa disposición pero dentro de la ley y la Constitución. La Generalitat o los soberanistas catalanes piden diálogo pero para celebrar un referéndum, para marcar el camino hacia la separación. Antonio Garrigues publicaba ayer en La Vanguardia un artículo esclarecedor sobre la situación, ‘Diálogo e independencia’. Hay errores del pasado, y algunos graves, por ambas partes. Hay incapacidad intelectual y política de algunos para aceptar la pluralidad de las llamadas comunidades históricas dentro de la unidad de España. Pero mientras caen las sentencias que inhabilitan y se repite que con diálogo o sin él habrá referéndum todo apunta a que esta situación o se reconduce, renunciando a la independencia y asumiendo convivencias diferentes dentro de la unidad de España o avanzamos hacia la nada y a un conflicto sin control ni visión de su dimensión.

Comentarios