Opinión

Guirigay

CIERTO QUE DEMOCRACIA es la forma de gobierno en la que el poder político es ejercido por los ciudadanos, pero también que se ejecuta mediante sus representantes elegidos libremente en las urnas. Es lo normal y para eso están las elecciones. La corporación local de Láncara somete a aprobación un reglamento que permitirá a los vecinos intervenir en los plenos, con lo cual da la impresión que disminuye la solvencia y la participación de los concejales. Seguro que existe buena voluntad, pero ¿es más democrático? No lo parece: Podría ocurrir que las intervenciones de personas ajenas al organigrama distorsionen o interfieran en su articulación, agraviando incluso a otros vecinos. Si se eligieron los ediles fue para decidir en base a la confianza en ellos depositada. Para trasladar las demandas puntuales de los ciudadanos existen otros cauces, como por ejemplo a través de los alcaldes de barrio, muy devaluados. La participación directa del pueblo en los debates puede convertir le sesión en un guirigay en el que sea difícil entenderse, entorpeciendo el funcionamiento democrático. Son ganas de ser más papistas que el papa. Y de complicarlo.

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