Opinión

'Inxerencias'

TRES MIL quinientos emigrantes gallegos retornados de Venezuela llevan año y medio sin cobrar su pensión. El tema se debatió este miércoles en el Parlamento de Galicia. Ese impago a los emigrantes gallegos guarda relación directa con la situación política y económicamente caótica de aquel país. ¿Impide ver esto desde Galicia la solidaridad ideológica con el chavismo o lo que sea ya doctrinalmente, si hay definición? Sabemos que la situación de Venezuela se instrumentaliza con fines internos en España. Sabemos que en la oposición no todo es ejemplaridad democrática. Esto no legitima las evidentes y vergonzosas carencias en gestión económica y de libertades allí. Ni la complicidad aquí.

Archivos judiciales

La jueza archiva la denuncia por el cartel del carnaval coruñés. Se denunció desde Lugo. Podría gustar o no la imagen de un papa en ese cartel, pero de ahí a encontrar ofensa en el mismo hay un buen trecho. Además, el carnaval es histórica y socialmente transgresión consentida o ruptura temporal. La tolerancia, con o sin carnaval, es marca definidora de las sociedades abiertas. Otro archivo judicial en asunto que alimentó dudas, descalificaciones gruesas y polémica política. El presidente de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar, ve archivada por una jueza la acusación de reclamar servicios sexuales a cambio de un empleo. Era asunto turbio -y grave- desde el momento en que se hizo público. Nos retrotraía a la Galicia más negra y profunda. Archivado el caso -no visto el delito-, se entiende que el propio Feijóo, al que le llegaron los dardos por este asunto en el Parlamento, pregunte si quienes elevaron el tono condenatorio para Baltar van a pedir disculpas. Por supuesto que no, aunque pidieron expulsarlo de la política. Habrá servido para algo este desagradable asunto, si a futuro contribuye que no se avive el fuego de la hoguera hasta que sobre la víctima caiga condena.

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