Opinión

Explosión

QUIENES EN Cataluña se han pasado por el forro las mínimas formalidades de la vía parlamentaria democrática —¿alguien duda de que no ha sucedido así con esas fórmulas exprés de aprobación de leyes?— no pondrán reparos en llevar a las calles de Barcelona la explosión del conflicto abierto entre la Generalitat y las máximas instituciones del Estado.

Ese es el gran riesgo de haber llegado hasta aquí. Es el gran reto para el Gobierno y para una salida lo menos traumática posible de esta situación. Las soflamas en lugar de los análisis y las declaraciones huecas, cargadas de tópicos, que se han multiplicado esta semana, dan la impresión de que unos desprecian que la creación de nuevos estados dentro de la Europa que quiere y necesita profundizar en su unidad es un contrasentido, es algo anacrónico, y otros continúan ignorando también que la realidad del Estado de las autonomías debería haber transformado radicalmente la estructura centralista del Estado y debería haber puesto fin a las políticas y prácticas centrífugas hacia Madrid. Y se han redoblado. Algunos creyeron que ese era el camino para acabar con un problema que ha explotado. Tras salir de las llamas, continúa la necesidad de dar respuesta al origen del fuego.

A Fonsagrada forestal
La Sociedad de Fomento Forestal de A Fonsagrada reúne 189 hectáreas y 33 propietarios. La visitó esta semana la conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, que presentó esta Sofor, es la primera en Lugo, como una alternativa en la gestión del monte. La necesidad de dar dimensión a las explotaciones forestales, proyectadas para su mantenimiento fácil y para la rentabilidad, y la necesidad de incorporar a la producción, y a la limpieza, los terrenos abandonados son vías imprescindibles en la acción contra los incendios forestales: la lucha contra el fuego no se reduce a incrementar los medios de extinción, hay que llevar adelante políticas que los dificulten.

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