Margarita Rodríguez Otero: ''Mi próximo trabajo recupera un episodio del rey Alfonso XIII''


Escribir sobre Margarita Rodríguez es dar cuenta de una trabajadora incansable, de una mujer pionera y de una monfortina que se dejó la piel por su tierra. Pero hay otra Margarita Rodríguez, la que se pasa horas entre documentos tirando del hilo para recomponer el pasado.


su pasión siempre fue la investigación histórica pero su trabajo y las obligaciones políticas le llevaron por otros derroteros. Margarita Rodríguez Otero (Monforte 1934) se jubiló hace unos años y desde ese momento ganó tiempo que invirtió en ella misma y en la afición que tenía pendiente: la de escribir.

Conocemos su faceta política, su trabajo en el Ayuntamiento de Monforte, la Diputación o el Parlamento gallego. Pero hay una Margarita Rodríguez investigadora.

La investigación histórica siempre me gustó mucho pero mis otras obligaciones no me permitían dedicarme a ello. Creo que fue en un viaje a Argentina cuando esa pasión se despertó con fuerza. En ese trayecto me hablaron de un monfortino, Andrés García Camba, que había vivido en el siglo XIX y que había combatido en la Guerra de la Independencia. Me quedé con el nombre y con lo que me contaron de él y cuando regresé a España y tuve tiempo comencé a recorrer los archivos para buscar más información y más datos sobre su vida y su papel.

De esa investigación surgió un libro.

Fue un estudio histórico que se publicó en 2004 y con el que me llevé muchas felicitaciones, algo que anima mucho cuando uno saca un trabajo de esas características. Cuando llegas a un archivo a buscar información siempre te abren todas las puertas porque ellos están muy contentos de que alguien use y divulgue los datos que allí guardan. Cuando publicas lo lógico es enviarles una copia y la verdad es que todos acogieron muy bien mi trabajo. Andrés García Camba jugó un papel muy importante al otro lado del Atlántico como político, intelectual y militar y su figura era completamente desconocida en Monforte, donde tenía sus raíces.

¿Qué le aportó ese trabajo a nivel personal?

Fue un reto cumplido y una gran satisfacción. Cuando investigas comienzas a tirar del hilo y a cuadrar muchos datos, pero detrás de eso hay un historia en la que te metes de lleno. Yo incluso me emocioné cuando me tocó narrar en el libro la muerte de García Camba porque estaba muy metida en la historia.

Y de un libro a otro libro. En 2008 sacó ‘Os documentos Fonterosa’.

Más o menos. El primer libro comenzó casi por casualidad, cuando en ese viaje me hablaron de Andrés García Camba y la historia de ‘Os documentos Fonterosa’ también comenzó un poco por azar. En otro viaje a América tuve la oportunidad de departir con unos intelectuales y ellos ya me habían hablado de un posible origen gallego de Cristóbal Colón, pero fue algo que archivé en mi mente. Años después, en una de mis incursiones a las viejas librerías de Vigo y Santiago, sitios a los que me encanta ir y revolver, me encontré con un libro de Prudencio Otero Sánchez en el que recuperaba esa tesis y abordaba algunas de las circunstancias políticas por las que no había interesado divulgar ese origen gallego. Además, al final de la obra Prudencio Otero invitaba a cualquier lector que supiese o sospechase que su teoría era cierta a seguir con la investigación. Ahí fue donde me animé a seguir tirando del hilo. Recuerdo que me compré toda la bibliografía escrita sobre el tema que hasta los años sesenta era realmente importante y que después de esa fecha casi desaparecía por completo. A la hora de plasmar en el papel todo lo recabado decidí, por consejo de un amigo, abordar también el trasfondo político que rodeaba al caso y redactar la documentación de manera novelada, con un toque de ficción para que pudiese resultar un poco más atractiva al lector.

¿Cómo valora el resultado?

Estoy satisfecha porque es una novela fácil de seguir pero con el aliciente de que cada dato que se aporta y cada persona que se nombra es completamente real y está comprobado. De hecho, cuando hace poco más de un año se abrió la Casa Colón en Poio (Pontevedra) contaron con mi obra y también me invitaron a asistir. Por motivos personales no pude acercarme al evento, pero agradezco mucho que me hayan tenido en cuenta.

¿Hay algún proyecto más relacionado con esa novela?

Efectivamente. Cuando salió a la luz en 2008 lo hizo en gallego, porque a mí me apetecía escribirla en gallego y sentía que así debía hacerlo pero ahora está en marcha una traducción al castellano.

Sé que tiene otro trabajo en marcha. ¿Puede adelantar algo?

Es un libro que yo tenía previsto que ya estuviese publicado pero determinadas circunstancias fueron retrasando el tema. La idea es que esté listo a finales de año, pero bueno, no me gusta adelantar fechas porque siempre pueden surgir cosas que no permitan cumplirlas.

¿Nos desvela algo del argumento?

No debería adelantar nada pero puedo contar que aborda un episodio que le ocurrió en 1907 al rey Alfonso XIII durante una maniobras en Ver, Bóveda.

¿Novela o investigación histórica?

Como en el caso de ‘Os documentos Fonterosa’ es realidad novelada, parto de hechos reales con algún rasgo de ficción. También puedo decir que en sí la novela está ambientada en Monforte de 1950 pero que, por determinadas razones, desde esa época se hacen incursiones a los hechos ocurridos en 1907. Quise hacerlo así porque me parecía importante reflejar la sociedad de 1950 monfortina que era especialmente activa.

¿Investigar o escribir?

El reto final es escribir pero una cosa es complemento de la otra. Los más importante de todo es que yo escribo porque me lo paso bien, porque me divierte y me apasiona. La investigación no es sencilla, a veces te llevas desilusiones porque crees que las cosas son de una manera y son de otra, y requiere mucha puesta en orden de los datos y mucha síntesis, pero al final con toda esa información puedes hacer un libro y es apasionante.

Hay una Margarita Rodríguez Otero que escribe poesía.

Eso de siempre. Fue lo primero que escribí y publiqué y gracias a Manuel María, un gran amigo, comencé a colaborar con la revista ‘Xistral’. Ahora estoy dentro del colectivo de poetas de la Ribeira Sacra y es algo que me llena mucho.

EN CORTO
«De mi etapa en política guardo muy buenos recuerdos»

¿Dedica todo su tiempo a escribir?

Dedico un rato casi a diario pero no dejo de hacer otras cosas. Las fechas no me agobian.

De vez en cuando participa en alguna conferencia.

Es algo de lo que disfruto mucho. Hace un tiempo me invitaron a participar en una charla en Pantón sobre el cuadro de Van der Goes que provenía de Monforte y fue muy emocionante. Eso es algo sobre lo que también me gustaría escribir pero ya no sé si me dará tiempo porque soy muy mayor.

Trabajó mucho en el mundo de la política. ¿Mantiene relación con ese entorno?

Mantengo una relación muy cercana. Por ejemplo, en el Parlamento de Galicia existe un colectivo de ex parlamentarios del que soy vicesecretaria que es muy activo. Tenemos reuniones, conferencias, eso te permite mantener el contacto con mucha gente. Por la Diputación paso alguna vez y siempre me encuentro con buenos amigos. La verdad es que de mi etapa en la política guardo muchos y buenos recuerdos. Cuando voy por la casa de la cultura de Monforte me viene a la mente el trabajo que dio sacar ese proyecto adelante.

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