Fuego en la fraga

EL INCENDIO en las Fragas do Eume es el fuego destructor de lo que somos, de lo que heredamos y de lo que deberíamos transmitir a las futuras generaciones. La fraga es de alguna forma el bosque mítico gallego. Penetrar en la fraga era el bautismo real de aquel «mito e realidade da terra nai» ,que nos transmitió magistralmente Rof Carballo. Por eso, el incendio en las Fragas do Eume es una castástrofe ecológica, medioambiental, económica y es una desgracia como colectividad social, cultural y, si se quiere, hasta política. Además de la expresión de un primer sentimiento de pérdida colectiva, este incendio sugiere algunos puntos de análisis. 1) No se conocen las causas del incendio a la hora de escribir este apunte pero sí es obligado demandar que se conozcan con exactitud. En la hipótesis de origen intencionado o de irresponsabilidad. han de llegar ante los tribunales los autores. 2) El incendio de las fragas do Eume es la mayor alarma de los riesgos de destrucción del bosque y de la masa forestal que amenazan a Galicia como consecuencia de larga sequía que padecen de forma significativa estas tierras del noroeste peninsular. Y 3) Al cierre de la campaña contraincendios será el momento de hacer el balance, con la aprobación o censura que merezca, de la actuación de los responsables de la lucha contra el fuego. Pero sería grave que antes ya del verano, los grupos políticos se enzarzasen en la polémica y el ataque con este tema. La lucha contra los incendios forestales debió ser siempre una cuestión suprapartidaria. Ese planteamiento es más necesario en la actual situación de prolongada sequía. Regresemos al inicio de este comentario, al valor simbólico de lo que se destruye con el fuego en las fragas do Eume. Es «un roubo do Corpo Santo» como aquel que imaginó don Gonzalo Torrente Ballester cuando nos situó levitando. Una acción desordenada de la actividad agroforestal, del urbanismo y de la falta de respeto por el paisaje que nos define y nos acoge ya destruyeron casi todos los ‘corpos santos’ que marcaban un paisaje propio.

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