El corredor fluvial que une la localidad de Belesar con la playa de A Cova, vía en la que a finales de diciembre tuvo lugar un accidente de circulación en el que, milagrosamente, una joven de 33 años salvó su vida después de caer a la cola del embalse de Os Peares, tiene 82 curvas a lo largo de un trazado de poco más de siete kilómetros.
La calzada, diseñada y construida hace unos diez años por el Ayuntamiento de O Saviñao gracias a subvenciones concedidas por diferentes organismos, principalmente procedentes de la Diputación de Lugo, no dispone de vallas protectoras. Solamente cuenta con una banda lateral de unos 30 metros de longitud cerca del lugar de Portotide.
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