La sección quinta de la Audiencia de Pontevedra ha condenado a un hombre de 68 años, a cuatro años y un día de prisión por un delito continuado de abusos sexuales a una niña de 12 años, hija de una amiga suya a la que acogió, junto a la menor, en su casa porque iban a ser desahuciadas.
Fue en el verano de 2011 cuando F.J.R.G. entabló amistad con la madre de la niña y le ofreció la posibilidad de acogerlas a ambas en su casa en vista de que iban a ser desahuciadas. Dos días después de que se instalaran en su piso, la menor fue víctima de tocamientos encontrándose a solas con el hombre en una habitación, un episodio que se repitió "en al menos otra ocasión", antes de que madre e hija abandonaran el domicilio a los tres días, según se recoge en la sentencia de la Audiencia de Pontevedra.
El tribunal también le impone a F.J.R.G. cinco años de prohibición de acercarse a la menor, sendas multas de 1.000 euros por posesión de material pornográfico y de 180 euros por una falta de lesiones al darle una bofetada a la niña en presencia de su madre, así como una indemnización a la víctima de 1.620 euros.
El Fiscal solicitaba una pena de cinco años por los abusos y uno adicional por la posesión de material pornográfico, concretamente fotos de menores desnudas que la policía halló en el disco duro del ordenador del acusado.
El tribunal no ha admitido los atenuantes, alegados por la defensa, de confesión, porque el acusado no reconoce la posesión de material pornográfico ni la existencia de lesión a la víctima, como tampoco el de ingreso íntegro del importe de la responsabilidad civil
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21/abr./24
