''Todos me daban por morto''

Carlos, entre su hijo Diego y su madre Alicia. (Foto: Toño Parga)
photo_camera Carlos, entre su hijo Diego y su madre Alicia. (Foto: Toño Parga)

A Carlos Pérez lo embistió por la espalda un toro de su ganadería. Le destrozó parte del cuerpo pero después de dos meses de hospitales este vecino de Pantón pudo volver a su casa y recuperar su vida. «Non a tiña alí», dicen quienes lo conocen.

EL PASADO 15 de agosto Carlos Pérez Guedella llegó al hospital de Monforte en estado crítico después de sufrir el ataque de un toro de su propia ganadería. El animal lo embistió por la espalda cuando Carlos Pérez se disponía a recoger las reses de una finca cercana a su vivienda de Currás, en la parroquia pantonesa de Santo Estevo do Mato. Lo corneó en el abdomen, en una pierna y en el cuello. Le rompió 21 costillas, le dañó el hígado y el bazo y le aplastó los pulmones. Nadie daba un duro por la vida de Carlos, así lo reconocen su mujer y sus hijos porque así se lo dijeron los médicos. Pero el pasado miércoles, después de dos operaciones y de pasar por los hospitales de Monforte, Lugo y A Coruña, Carlos Pérez recibió el alta médica y regresó a su casa.

En poco más de dos meses, este vecino de Pantón de 46 años perdió 14 kilos, todavía le cuesta caminar y tiene que hacer varias comidas al día porque en el ataque sufrió una lesión en el duodeno y tuvieron que quitarle parte del estómago. Pero sigue vivo y para su mujer y su familia gran parte del mérito lo tiene Eva Iglesias, cirujana en el hospital de Monforte y la encargada de intervenir a Carlos Pérez. «Ela ese día fixo un milagre», explica la mujer de Carlos, que se deshace en agradecimientos «que me digan o que queiran, pero ela e o doutor Bermejo en Lugo fixeron o imposible», comenta. «Foron seis horas de operación en Monforte, a primeira idea era estabilizalo para mandalo para Santiago pero xa nos dixeron que non chegaba alá e que ían facer o que puideran para cando menos tentar que chegara a Lugo», añade la mujer de Carlos.

LA REACCIÓN
Un animal recién anillado

El toro que atacó a Carlos Pérez no era para nada violento. De hecho Carlos se fiaba del él al cien por cien. Sin embargo, la familia cree que el animal pudo embestir porque estaba recién anillado. El día 15 fue el suceso y el día 12 Carlos Pérez le cambió el anillo del hocico al toro. Le hizo algo de sangre pero nada más. Después del accidente varios ganaderos y profesionales le comentaron a la familia que nadie de casa debe anillar a los animales propios. Que es mejor que lo haga alguien de fuera, que no sea del entorno, porque pueden desarrollar odio hacia la persona que los anilló.

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