Anabel Alonso: ''Al 95 % de los actores les cuesta llegar a fin de mes''

De aquella camarera que pasaba horas detrás de la barra junto a Antonio Resines hace 20 años en Los ladrones van a la oficina permanece su esencia y su ilusión, y es que Anabel Alonso no ha perdido frescura en una profesión en la que asegura "al 95 % de los actores les cuesta llegar a fin de mes".

La actriz aterriza en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida con El eunuco, una comedia en tono de vodevil en la que da vida a Thais, una cortesana que tiene que elegir entre dos pretendientes, Fanfas, en la piel de Pepón Nieto, y Fedrias, a quien encarna Antonio Pagudo.

Sigue en televisión y no deja de hacer teatro, pero Alonso -Baracaldo, 1964- cree que sus "años dulces" se han acabado con la subida del IVA cultural al 21 %. "Antes te podías arriesgar más, y ahora con la falta de presupuesto en los ayuntamientos estás abocado a hacer comedias de dos personas, pero el teatro es algo irrepetible y los cines son cada vez más pequeños y las pantallas de televisión más grandes; eso también hace que sea más valorado", explica la actriz.

En este aspecto, considera que el público aún tiene ganas de ver sobre las tablas a los actores que han aparecido en series como Siete vidas o La familia Mata.

Alonso ha trabajado en la piel de personajes de todo tipo, aunque la mayoría le ha hecho explotar su faceta cómica, algo que le ha llevado a que el público crea que es así de divertida detrás de las cámaras.

Aunque no lo niega, reconoce que hay días malos en los que uno no tiene ganas de nada, por ello, a veces, cuando sale a la calle, celosa de su intimidad, se pone una gorra y gafas y mira al suelo.

Además, ha doblado a Dori en la película de Disney Nemo, un reto que le resultó complicado por su personaje, un pez que descubría el mundo "cada tres segundos" y para el que todo era una sorpresa, "lloraba y se reía a la vez".

Le alucina el exhibicionismo de las redes sociales y, pese a que tiene Twitter y Facebook, admite que solo lo utiliza para temas de trabajo, porque no entiende que, después de que se haya luchado tanto por preservar la intimidad, ahora de repente uno exponga hasta a sus hijos ante millones de personas.

Esos mismos seguidores son los que para la actriz solo ven la parte conocida de la profesión frente a la realidad, ya que afirma que el 95 % de los actores las está pasando "canutas" y les cuesta llegar a fin de mes.

Describe su día a día como una mezcla de arte y oficio, porque dice que la inspiración te debe llegar en cualquier momento, "incluso tienes que estar graciosísima a las once menos cuarto de la noche", señala Alonso.

Si no hubiera sido actriz, se hubiera sentido frustrada, pero asegura que "no tendría más remedio que tirar hacia adelante" y, quizás porque ha estudiado Turismo, igual llevaba a jubilados a Benidorm en verano.

De la televisión dice que es muy cruel, porque, si no funciona una serie, al cuarto capítulo "te mandan para casa sin nada" y admite que para ganar lo de antes con un solo trabajo ahora se tienen que hacer cuatro.

Pese a ello, los espectadores podrán verla en septiembre en la serie de Antena 3 Amar es para siempre, en la que interpretará a una mala malísima "viperina y manipuladora", Benigna Castro, y para la que, por exigencias del guión, ha tenido que cambiar su pelo corto liso por un moldeado rizado.

Empezará a grabar el 11 de agosto, y, junto a ella, su hermano en la ficción será Pepón Nieto.

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