El PSOE expulsa a Carlos Príncipe por denunciar ''las corruptelas'' del partido

La ejecutiva federal del PSOE expulsó de su militancia a Carlos Príncipe, otrora alcalde de Vigo, por entender que este ha dañado la imagen de la organización. Por su parte, el afectado ha adelantado que recurrirá ante la comisión de garantías porque no pueden echarlo simplemente por no querer mirar para otro lado.

Esta sanción se produce después de la apertura de un expediente disciplinario iniciado en julio del 2011, así como por sus críticas a la actuación del alcalde socialista de la ciudad, Abel Caballero. También en octubre de 2013 fue censurado por denunciar públicamente que había "una red de empleos" en los planes municipales y en contratas del Ayuntamiento vigués, las cuales eran utilizadas por el regidor para "controlar" el partido en Vigo y "practicar enchufismo y clientelismo". Así lo expone el propio Príncipe en un documento en donde comunica sus próximos pasos y anuncia que no lo callarán.

Príncipe no vería comprensible que, con la información que poseía, no hubiese denunciado "el mal uso de los contratos públicos" investigados en la Operación Patos, o el caso aceras Rivas-Hormigones, una causa centrada en el concejal de Parques y Jardines y gerente de Hormigones Valle Miñor, Ángel Rivas.

El ahora exmilitante argumenta que todo lo que dijo públicamente fue comentado primero en privado con el secretario de organización, en las asambleas de esta fuerza política -al menos hasta que tuvo acceso a ellas-. Pero, añade, "en todo este tiempo, el Partido Socialista, en Vigo, en Galicia y en Madrid, miró para otro lado y se tapó la nariz a pesar del código ético".

En ese escenario, solo tuvo dos opciones, callarse y "ser cómplice en función de la disciplina y patriotismo de partido", o "hablar, denunciar y luchar para que los vigueses conozcan la verdad y juzguen en libertad", afirma Carlos Príncipe. Finalmente, optó por la segunda opción, declarando que le pueden "sancionar, expedientar, expulsar, pero no me podréis callar nunca, y la verdad, más pronto que tarde, saldrá a la luz, y estas corruptelas con los empleos y los contratos municipales serán juzgadas y rechazadas por los ciudadanos, por los vigueses libres que quieren una ciudad de hombres y mujeres iguales, sin privilegios, sin miedos y sin servilismos". Con estas ideas claras, Príncipe recurrirá ante la comisión de garantías y utilizará los instrumentos constitucionales que le proporciona el estado de derecho para garantizar el derecho de todos a conocer los "privilegios de las elites que nos gobiernan y que se tapan mutuamente sus miserias".

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