Según la versión de uno de los autores, en concreto Rick Tetzeli, en enero del 2009, Jobs estaba muy enfermo, sufría los efectos de los fármacos contra el cáncer y necesitaba desesperadamente un trasplante de hígado. Y entonces Cook lo visitó y le hizo el ofrecimiento.
"Un día, Cook dejó la casa sintiéndose tan mal que decidió hacerse unas pruebas y descubrió que, como Steve, él también tenía un tipo raro de sangre. Continuó con su investigación y descubrió que era posible donar una parte del hígado a alguien que necesitara un trasplante", cuentan en el libro. Pero cuando Cook volvió a casa de Jobs en Palo Alto y le planteó la oferta, se encontró con que el fundador de Apple la rechazaba de forma rotunda. "Me cortó en seco, antes incluso de que acabara de hablar. 'No', dijo. 'Nunca te dejaré hacer eso. Nunca lo haré", recuerda Cook que le contestó Jobs, que falleció de cáncer en octubre del año 2011.