Y de postre, otro examen

El Breogán, tras superar los difíciles retos ante Melilla, Palencia y Ourense, se las verá el sábado con un Lleida que presenta en la segunda vuelta el mismo balance que los lucenses
Samb sostiene el balón en el Lleida-Breogán de esta campaña
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El Força Lleida es el siguiente obstáculo a superar por el Ribeira Sacra Breogán (será el sábado a las 19.15 horas en el Pazo dos Deportes de Lugo) en el frenético sprint final que mantiene con el Ford Burgos por el liderato final de la LEB Oro.

Después de superar a Melilla, Palencia y Ourense, -en lo que a priori parecía un tramo del calendario complicado- la visita del conjunto catalán podría considerarse como un reto menor. Al fin y al cabo, el Lleida no figuraba entre los equipos más relevantes al inicio de competición. Sin embargo, el equipo que dirige una temporada más el asturiano Joaquín Prado se ha encargado de demostrar lo contrario y llega el partido de Lugo en un gran momento de juego, con la merecida de vitola de equipo revelación de la Liga y siendo uno de los mejores conjuntos de la segunda vuelta.

El bagaje del Força Lleida en la segunda parte de la competición solo lo supera el Burgos con su inmaculada trayectoria de diez triunfos. Los catalanes igualan al Breogán, ambos con ocho triunfos y dos derrotas, como segundo mejor equipo de la segunda vuelta de la Liga. Un aspecto que sirve para valorar en su justa medida la peligrosidad del conjunto ilerdense, que ya ha logrado vencer en pistas como las del Ourense o Navarra.

Esta buena trayectoria ha catapultado al rival breoganista hasta la quinta posición de la tabla con una victoria más que el Navarra, estos con un partido más, y ya con dos de ventaja sobre el Palencia. Por lo tanto, el Lleida está en disposición de luchar por partir en las eliminatorias de ascenso como cabeza de serie.

El catalán se está mostrando como un conjunto muy sólido, agresivo y que cimenta su buena trayectoria en su trabajo defensivo. El próximo rival del Breogán es el que menos puntos lleva encajados después del Ford Burgos y del Palencia Baloncesto.

Su consistencia defensiva; en Pamplona, por ejemplo, ganó anotando solo 54 puntos- le permite superar algunas deficiencias ofensivas como sus claramente mejorables porcentajes de acierto en el tiro.

El Lleida es el equipo de LEB Oro que presenta peor porcentaje de acierto en los tiros de tres puntos con un pobre 29% (170/587). En tiros de campo, solo el actual colista de la Liga, el Prat, presenta menos acierto que el conjunto de Joaquín Prado. El equipo ilerdense también se muestra sólido en el rebote. Aunque en el ofensivo -diez de media- puede influir su desacierto en ataque, bajo su propio aro está demostrando una solvencia indiscutible y de hecho solo el Palencia y el Burgos han capturado más rechaces en su propia zona que el conjunto catalán.

Una de las características del Lleida es su posibilidad de jugar con un quinteto muy abierto con todos sus hombres con capacidad de lanzamiento. Esto lo propicia la capacidad de abrir el campo del ala-pívot Javi Múgica e incluso del pívot de 2,14 metros de estatura Francisco Guerra. Este último, cedido por el Estudiantes, es el segundo anotador y reboteador del equipo. El alero estadounidense Greg Kahlig es su máximo anotador con 287 puntos, solo cinco más que Guerra. En el juego de perímetro su trabajo se complementa con el del escolta letón, y máximo anotador de la última liga báltica, Janis Kaufmanis.

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