El Hula ve un caso al mes de daño hepático por remedios herbales

La mayoría son leves y se solucionan abandonando el consumo, pero excepcionalmente se producen fallos graves que exigen trasplante. La mejoría tarda a veces varios meses en percibirse desde que se deja de tomar el preparado y, otras, se producen lesiones crónicas
Feria del té en Hong Kong.
photo_camera Feria del té en Hong Kong.

El hepatólogo del Hula Abel González recibe en su consulta un paciente de media al mes con daño hepático causado por el consumo de preparados de hierbas o suplementos dietéticos. El periplo de la práctica totalidad de estos enfermos es el mismo: una analítica encargada por el médico de cabecera que revela transaminasas elevadas y la derivación al especialista. Es este no solo el que determina el grado del daño en el hígado que tiene el enfermo, sino también su origen.

''Cuando se le pregunta a los pacientes por las cosas que toman, no suelen mencionar esta clase de remedios. Es algo que hay que preguntar específicamente, aunque es verdad que cada vez con más frecuencia sale a colación'', dice, y admite que todos los afectados se sorprenden mucho al saber qué es lo que ha desestabilizado su analítica.

La razón es la habitual identificación de natural con inocuo. Los consumidores de esta clase de productos tienden a pensar que no tienen ningún efecto secundario, pero, como recuerda el especialista, algunos tienen en su composición componentes muy activos, aunque deriven de una planta. ''En realidad, tiene sentido porque toman ese producto para que les produzca algún efecto'', reflexiona.

''Cuando se pregunta a los pacientes por lo que toman no suelen mencionar estos remedios. Hay que referirse a ellos específicamente''

A la conclusión de que ha sido uno de esos productos los que ha provocado el daño hepático se llega necesariamente por descarte, porque no hay prueba alguna capaz de demostrar una relación causa efecto entre el producto en cuestión y la hepatotoxicidad. Así, los casos en los que se atribuye el daño a esos compuestos son de pacientes que no beben alcohol y que no siguen un tratamiento con medicamentos susceptibles de provocar esa toxicidad, por ejemplo. La batería de pruebas no logra dar con razón alguna para esa alteración analítica que no sea el consumo de esos preparados.

GRAVEDAD. Aunque la literatura médica sobre hepatotoxicidad a causa de productos de hierbas no es extensa, se calcula que provocan entre el 2 y el 11% del conjunto. Estos compuestos naturales son, además, los causantes del 5% de los fallos hepáticos fulminantes.

El doctor González explica que los casos graves son muy infrecuentes. Entre sus pacientes recuerda a una mujer que se presentó hace años en su consulta, totalmente amarilla, y a la que se detectó un fallo renal grave, de forma que fue preciso que se sometiera rápidamente a un trasplante hepático. En ese caso, se concluyó que el daño en el hígado había sido producido por el consumo de té verde.

El hecho de que esa paciente sufriera ese efecto tras llevar tiempo bebiendo té verde no implica que necesariamente se produzca el mismo efecto en otra persona que consuma el mismo producto en igual cantidad. Hay pacientes con determinada sensibilidad más susceptibles a esas reacciones.

En otros casos, la toxicidad se produce por una combinación de productos, de forma que unos potencian a otros hasta el punto de que la ausencia de uno evitaría que se produjese de esa forma.

''La mayoría de los casos son leves. El único tratamiento es dejar de tomar el producto, aunque se puede tardar meses en ver resultados''

TRATAMIENTO. Al margen del fallo hepático grave, que resulta excepcional pero que cuando se produce exige la inclusión del paciente en la lista de transplantes para que pueda recibir un nuevo hígado, la mayoría de las hepatotoxicidades provocadas por infusiones y remedios de hierbas se solucionan con un tratamiento básico: dejar de consumir el producto en cuestión.

Pero aunque la solución puede ser sencilla, no siempre da resultado de forma rápida. De hecho, muchos de los afectados por este problema deben esperar meses sin tomar esos productos para percibir cambios en la función hepática. ''También pueden dejar un daño crónico en el hígado, de forma que siempre queda un cierto grado de alteración aunque el paciente no vuelva a tomar el producto'', señala el doctor González.

Además, tal y como recuerda el especialista, no son los productos de hierbas los que producen más toxicidad en el hígado, sino los medicamentos. Hay analgésicos comunes que pueden resultar muy tóxicos para el hígado en personas con susceptibilidad, en determinadas dosis o combinados según con qué otros fármacos.

Abel González explica que uno de los problemas de los remedios de hierbas es que su composición puede no estar clara. En otros casos, productos de la misma marca y con el mismo nombre comercial tienen una composición que varía según el país en el que se comercializa. Incluso teniendo los mismos componentes, existen variaciones en las cantidades, de forma que es difícil conocer cuál puede causar la hepatotoxicidad si esta depende de la cantidad.