El copiloto recibió tratamiento hace años por tendencias suicidas

Andreas Lubitz estuvo bajo vigilancia durante un largo periodo de tiempo antes de obtener su licencia para volar
Lugar para el recuerdo en el aeropuerto de Düsseldorf.
photo_camera Lugar para el recuerdo en el aeropuerto de Düsseldorf.

Andreas Lubitz, el copiloto sospechoso de haber estrellado la semana pasada de forma deliberada el avión de Germanwings en los Alpes franceses, recibió hace años tratamiento psicoterapéutico por "tendencias suicidas" durante un largo periodo de tiempo, antes de obtener su licencia como piloto. La Fiscalía de Düsseldorf (oeste de Alemania) reveló este nuevo dato mientras continúa las investigaciones para aclarar las causas de la tragedia aérea, en la que murieron 150 personas, la mayoría alemanas y españolas.

Tras avanzar el viernes que Lubitz había ocultado una baja médica vigente para el día del siniestro, la Fiscalía desveló sus antiguas tendencias suicidas, aunque precisó que en las posteriores consultas médicas que el joven tuvo con prescripciones de baja no se constatan esas inclinaciones y tampoco tendencias agresivas.

La Fiscalía no aclaró por qué dolencia el copiloto había recibido su última baja médica, que los investigadores hallaron rota en pedazos al registrar sus domicilios, ni cuándo recibió el tratamiento psicoterapéutico por sus "tendencias suicidas". La pasada semana, el presidente de Lufthansa, Carsten Spohr, informó de que Lubitz había interrumpido hace seis años su formación como piloto durante meses.

Apuntó entonces que no es algo infrecuente en la profesión y no explicó los motivos de ese parón de Lubitz, aunque destacó que el joven, de 27 años y empleado en su filial de bajo coste Germanwings desde septiembre de 2013, era "cien por cien apto para el vuelo, sin ningún tipo de peculiaridad o limitación". Según la Fiscalía, la documentación incautada en la vivienda que el copiloto tenía en Düsseldorf y en la casa que compartía con sus padres en la pequeña localidad de Montabaur no indica que Lubitz padeciera una "enfermedad física". Tampoco se han encontrado indicios que pudieran haber anunciado la tragedia o un mensaje en que asumiera la autoría de la misma.

De hecho, las investigaciones llevadas a cabo en el entorno familiar y personal del copiloto, así como en su lugar de trabajo, no han arrojado "indicios consistentes que ayuden a explicar los posibles motivos" de la actuación de Lubitz. Los interrogantes continúan, pero la Fiscalía dejó claro que "ni quiere ni debe" entrar en las especulaciones que se suceden en los medios sobre los eventuales trastornos de Lubitz o las razones que le pudieron llevar a estrellar el avión que copilotaba, en ruta entre Barcelona y Düsseldorf. "Las autoridades que llevan el caso deben ceñirse únicamente a los hechos", recalcó este organismo.

Lufthansa evitó este lunes pronunciarse sobre las nuevas informaciones facilitadas por la Fiscalía. Una portavoz de la compañía explicó que los pilotos son sometidos a un control médico antes de obtener su licencia que tiene también en cuenta eventuales transtornos mentales y que los chequeos se repiten cada doce meses. Ante los nuevos datos de la investigación, el debate en los medios y en la clase política en Alemania se centró en la necesidad de poner límites al secreto profesional médico para evitar que se repitan casos como el Lubitz.

El presidente del Colegio Federal de Médicos, Frank Ulrich Montgomery, advirtió del riesgo de tomar "decisiones legales y políticas apresuradas" y respaldó el secreto profesional como "un bien jurídico importante" y un "derecho fundamental para todos los ciudadanos". Un centenar de agentes de la Policía de Düsseldorf participan en la comisión especial denominada "Alpes", que sigue analizando los documentos incautados en las viviendas de Lubitz, entrevistando a sus conocidos y recogiendo muestras de ADN en las viviendas de las víctimas mortales con el fin de identificar los cadáveres.

En un comunicado, la Policía alemana estimó que el proceso de identificación de las víctimas de la tragedia llevará semanas, dado el tacto y la minuciosidad con la que se actúa y la necesidad de esperar a que concluya la operación de rescate en los Alpes franceses. Una delegación de la Policía francesa se encuentra en Düsseldorf para conocer los avances de las investigaciones que llevan a cabo las autoridades germanas y para informarles de los últimos resultados de los trabajos que se están realizando en Francia.

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