Toledo sufre un terremoto y presencia una bola de fuego en el cielo con un margen de dos días

Un terremoto de 3,7 grados tuvo su epicentro en Urda, a 39 kilómetros de la capital toledana, en donde dos días antes se presenció en el cielo una bola de fuego

En la tarde de este miércoles, un terremoto de magnitud 3,7 ha tenido su epicentro en la localidad de Urda, perteneciente a la provincia de Toledo y situado a 39 kilómetros de la capital regional, donde también se ha sentido el seísmo que tuvo lugar a las 15.32 horas.

El IGN informa de que el terremoto se ha notado también en las localidades toledanas de Consuegra, Orgaz, Urda, Los Yébenes y Almonacid, además de Fuente el Fresco (Ciudad Real) y Bailén (Jaén).

Además, pocos minutos después – a las 15.47 horas– se registró una réplica de magnitud 1,9, que no ha provocado daños personales ni materiales, según el servicio de emergencias 112.

El pasado 23 de febrero, se sintió en toda la zona centro de la península otro terremoto, de magnitud 5,2 con epicentro en Ossa de Montiel (Albacete), que no causó daños materiales ni personales.

Y en el cielo, una bola de fuego

Se ha producido la casualidad, además, de que el mismo día que se produjo el terremoto en Ossa de Montiel, el Complejo Astronómico de La Hita (Toledo) desveló la captación de una bola de fuego "tan brillante como la luna llena" que sobrevoló la provincia tres días antes.

Este miércoles, el mismo centro astronómico ha anunciado que una roca procedente de un asteroide, que penetró en la atmósfera terrestre a casi 45.000 kilómetros por hora, provocó el pasado sábado una brillante y "espectacular" bola de fuego que sobrevoló la provincia de Toledo a unos 26 kilómetros de altura.

Este fenómeno tuvo lugar hacia las 4.39 horas de la madrugada del pasado 30 de marzo, según ha informado en una nota de prensa el Complejo Astronómico de La Hita (Toledo) y fue grabado por los detectores de esta instalación que son utilizados por la Universidad de Huelva.

El análisis preliminar del fenómeno revela que la bola de fuego se inició sobre la vertical de Espinoso del Rey (Toledo), a una altura de unos 85 kilómetros sobre el nivel del suelo. Desde ese punto, avanzó en dirección noreste hasta alcanzar una altura final de unos 26 kilómetros, en las proximidades de Toledo capital.

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