Nadie contaba con que la XIII Feira Medieval de Monforte registrase tal participación de público, tanto de vecinos de la comarca como de otras partes de Galicia y España, que casi colapsaron la ciudad, según señalaron desde la organización, pero también desde el sector hostelero.
Buscar un lugar donde aparcar un coche resultaba casi imposible al mediodía y encontrar una silla en un restaurante en la zona centro para comer fue inalcanzable para los más rezagados.
Algo similar sucedió durante toda la tarde y la noche, con las cafeterías atestadas de gente. Las previsiones eran buenas, con casi un cien por ciento de las plazas hoteleras de la Ribeira Sacra ocupadas durante este fin de semana, pero tal afluencia de público cogió a todos por sorpresa. Los vecinos no dudaban en señalar que en ningún día de las fiestas patronales de agosto de los últimos años, festejos que desde siempre se utilizan como medidor, habían visto tal cantidad de personas por el centro de la ciudad.
Además, muchos se implicaron en el festejo y acudieron ataviados con trajes de época para participar en los numerosos actos lúdicos programados, pero también para recorrer el burgo medieval de los antiguos condes de Lemos en los que se montaron un centenar de puestos de venta de artesanía y gastronomía.
El Ayuntamiento premió a los mejor ataviados para la ocasión. En grupos, el primer premio fue para los vecinos de Rioseco. En parejas, los galardones recayeron en Miguel Rodríguez y Tamara Rovira; mientras que el mayor reconocimiento para locales comerciales mejor engalanados acabó en manos de la hamburguesería Majmel, situada en A Compañía.
