Las elecciones municipales dejaron un panorama inesperado en la provincia de Lugo, donde, sin contar la capital, se registró un asalto del PSOE a municipios que hasta ahora parecían feudos inexpugnables del PP. En algunos casos, como en Ribeira de Piquín, Trabada o Lourenzá, se registra un auténtico vuelco electoral, con mayoría absoluta para el PSOE; en otros, se abre la vía a pactos que pueden desalojar a regidores como Issam Alnagm Azzam, alcalde de Muras desde 1991. Esto mismo también puede ocurrir en Xermade, donde los socialistas incluso fueron los más votados.
Los socialistas también se hacen con Burela, aunque pierden un municipio tan emblemático para ellos como Monterroso. En este caso, la derrota es más dolorosa, porque quien se hace con la mayoría absoluta es la candidatura de Inta, liderada por Jesús Otero, quien fue subdelegado del Gobierno con el PSOE y que dejó el cargo por el caso de las multas. Se da la circunstancia de que Otero se ve ahora sometido, como el resto de los exonerados, a una revisión del caso.
Los pactos marcarán el futuro de varios municipios, entre ellos algunos tan importantes como Foz, donde el PP no logró mantener la alcaldía, o Sarria, donde puede ocurrir de todo. En Alfoz, los independientes serán claves, ante la pérdida de la mayoría absoluta por parte del PP.
En Láncara, el cambio de candidato le pasó factura al PP, aunque en Friol, donde los populares también tuvieron cabeza de lista renovado, no cambió nada: ni siquiera el habitualmente altísimo porcentaje de participación. Algo similar ocurrió en Viveiro, otro municipio donde el partido gobernante cambió de cabeza de cartel, en este caso obligado por el fallecimiento del anterior. La socialista María Loureiro logró ocho ediles, que le dan una cómoda mayoría, aunque no absoluta. En Baleira, con cambio también por fa.llecimiento, el PP retuvo su mayoría habitual.
Otros resultados significativos son los de O Incio, donde el PSOE logra la mayoría absoluta después de cuatro años de gobierno en el alambre (con tres de los nueve ediles), o Guitiriz, donde los socialistas tienen la opción de recuperar la alcaldía, tras cuatro tempestuosos años en manos del PP. Las sorpresas chairegas se completan en Meira, donde el PSOE podrá volver a gobernar (como en 2003), pero esta vez en solitario. Vilalba, como es habitual, volvió a encomendarse al PP, aunque el PSOE logra un edil más. Y en otras de las grandes localidades de la provincia, Viveiro,
En cuanto al BNG, pierde la alcaldía de Riotorto, que vuelve al PP, y también la de Monforte, aunque aquí el resultado es más incierto. En la segunda ciudad de la provincia gana el PSOE, con seis ediles, mientras que el BNG baja a cinco, los mismos que el PP. EspertaMonforte! obtiene el edil restante. Los nacionalistas retienen y aumentan su poder en A Pobra do Brollón, donde por primera vez tienen mayoría absoluta, y, sobre todo, en Ribadeo, donde Fernando Suárez es premiado por sus vecinos con tres concejales más.
En el último municipio afectado por una moción de censura, O Valadouro, los resultados quedaron aparentemente igualados, ya que tanto el PSOE, gobernante, como el PP, que fue el desalojado de la alcaldía, suman cinco ediles, pero los resultados suponen un éxito para los socialistas, que suman dos ediles. El undécimo está en manos del BNG.
En dos municipios relevantes, Chantada y Mondoñedo, el Ministerio de Interior no había facilitado resultados a medianoche. En Chantada, Inta revalidó su victoria de hace cuatro años, esta vez con mayoría absoluta. En Mondoñedo, el PP recupera, de mano de Elena Candia, la alcaldía que perdió hace ocho años. Con esta última, el BNG pasa de cinco a dos alcaldías.
