El colegio de ópticos de Galicia homenajeó al fundador de Miró

González tiene cien años y el negocio va por la tercera generación
Familia de Antonio González y miembros del colegio de ópticos, con él en el centro
photo_camera Familia de Antonio González y miembros del colegio de ópticos, con él en el centro

El Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia rindió un homenaje al óptico ribadense Antonio González Miró con motivo de su 100 cumpleaños. El presidente de la entidad, Eduardo Eiroa, acompañado por el vicepresidente, Olegario Cortiñas; la secretaria, Esther Amaro y el delegado provincial de Lugo, Alberto Diéguez, hicieron entrega al óptico centenario de una placa conmemorativa como el óptico-optometrista más longevo de Galicia en este momento.

A la visita, que se realizó en el domicilio del homenajeado, asistió además el anterior presidente del Colegio, Enrique Valcárcel, y el presidente honorífico José Piñeiro.

La óptica que fundó, Óptica Miró, está situada en la Avenida de Galicia y en realidad comenzó su andadura como un pequeño comercio, entonces de venta y reparación de relojes, en los primeros años de la década de los años 40 a cargo del propio Antonio González Miró.

Inicialmente estaba ubicado en la calle Villafranca del Bierzo y decidió ir ampliando el negocio introduciendo la venta de gafas, "o anteojos como se les conocía en la época".

Ése fue el paso que lo animó a estudiar y conocer más sobre la profesión. En aquel momento la formación era algo importante por lo escaso y complicado que era conseguirla.

En ese momento, y sin saberlo, Antonio González Miró inició una saga de ópticos-optometristas, una profesión que fue pasando de padres a hijos hasta la actualidad. Primero fue su hijo, Javier González-Miró López, y ahora su nieto, David González-Miró Pérez, los que se fueron haciendo cargo de la óptica.

Con el paso de los años el negocio fue mutando también y sobre todo se fue avanzando de forma muy notable en la tecnología utilizada en las propias ópticas, ahora muy compleja.

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