Una piedra que se encontró en Baralla hace 20 años es un hacha del neolítico

El propietario de la pieza informó del hallazgo al colectivo Patrimonio dos Ancares, al que pidió ayuda para descifrar unos grabados existentes en el pórtico de su antigua casa familiar
Pequeña hacha del Neolítico hallada en la zona
photo_camera Pequeña hacha del Neolítico hallada en la zona

Miembros del colectivo Patrimonio dos Ancares identificaron como un hacha del periodo neolítico una piedra, que José Ángel Fernández Revaldería, ‘Roldán’, natural de San Martiño de Neira de Rei, en Baralla, encontró hace 20 años, en un monte cercano a la aldea de Mazos.

La identificación de la pieza fue de forma casual. Este vecino había solicitado la ayuda de Patrimonio dos Ancares para descifrar el significado de unos grabados existentes en una de las piedras que forman parte del pórtico de entrada a un anexo, hoy en ruinas, de su antigua casa familiar.

En el arco se ve una tosca inscripción que dice Ano de 1725 y a continuación una estrella de cinco puntas y debajo una cruz latina. Patrimonio dos Ancares sostiene que algunos de estos símbolos se pueden asociar a misterio o magia, pero que al carecer de información elemental, como por ejemplo, a quien pertenecía la casa 1725 o para qué era utilizada, les impedía saber más sobre el posible significado de los símbolos.

Patrimonio dos Ancares se interesó entonces por si Roldán tenía conocimiento de una mámoa que este colectivo intenta localizar en la zona, ya que aparece en un documento del siglo XIX, pero hasta el momento no han logrado encontrar ningún resto "nin ningún veciño que lembre ter visto algunha, posiblemente porque as labores agrícolas levadas a cabo durante séculos provocaron a total alteración dos posibles restos", según asegura Xabier Moure, de Patrimonio dos Ancares.

Roldán contestó que tampoco tenía conocimiento de ninguna mámoa en la zona, pero desveló que hace 20 años había encontrado "unha pedra moi curiosa", que los miembros de Patrimonio dos Ancares identificaron como un hacha del periodo neolítico de entre 6.000 a 7.000 años.

Se trata de una pieza muy bien pulida de forma triangular, que mide unos 8,5 centímetros de largo, cinco de ancho en la parte central, dos en la parte superior y cuatro en el filo. Sus pequeñas dimensiones, pesa sobre unos 200 gramos, hacen pensar que más que una herramienta de trabajo pueda ser parte de un ajuar funerario.

Según Xabier Moure, esta pieza es la segunda de estas características que se encontró en la comarca de Os Ancares. "A primeira foi atopada a mediados dos anos 60 do pasado século por Xosé Luis González nunha pedreira da aldea de Padornelo, en Cervantes", explica. Sin embargo, las diferencias entre ambas son evidentes, ya que mientras que la primera es de forma cuadrangular y de gran espesor, la identificada ahora es trapezoidal y de menor tamaño.

Según destaca Xabier Moure, este tipo de objetos están cargados "dun forte valor simbólico e ritual", ya que se suelen localizar cerca de mámoas "como parte das ofrendas funerarias".

Esta circunstancia lleva a pensar a Patrimonio dos Ancares que en la zona en donde se encontró la pieza, un monte a unos 700 metros de altitud, pudo haber algún tipo de mámoa. El colectivo tiene ya localizados una docena de enterramientos megalíticos, "pero ningún deles neste punto".

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