La baja de Mariló Montero se debe a una fibromialgia

La presentadora de 'La mañana' de La 1, afectada por un "agotamiento físico y nervioso", se encuentra en manos de un psiquiatra y del traumatólogo Ángel Villamor, conocido por haber operado al rey Juan Carlos
Mariló Montero, conductora de 'La Mañana' de La 1
photo_camera Mariló Montero, conductora de 'La Mañana' de La 1

Tras el amplio abanico de comentarios suscitados a raíz de la retirada temporal de Mariló Montero, al fin se conocen los motivos que le impedían hacerse cargo de La mañana de La 1 y que la obligaron a pedir una baja y a adelantar así sus vacaciones de verano. El exceso de trabajo y el estrés han pasado factura a la presentadora, que acusa un "agotamiento físico y nervioso".

La revista Lecturas —cuyo director, Luis Pliego, es colaborador de Montero en la cadena pública— cuenta "las verdaderas razones por las que ha dejado la tele", con una fotografía de la periodista sonriente saliendo de su casa de Madrid, donde se está recuperando.

Al parecer, sus problemas de salud vienen de lejos. Concretamente, desde enero de 2014 cuando tuvo que compaginar su trabajo en el magacín matinal con las grabaciones del concurso El pueblo más divertido.

Por aquel entonces fue diagnosticada de fibromialgia, una enfermedad crónica que causa intensos dolores musculares y fatiga. Una nefasta noticia que solo compartió solo con su entorno más cercano. El medicamento prescrito, sin embargo, le provocó nuevos trastornos, llegando a engordar hasta 10 kilos en el corto periodo de dos meses.

Tras consultar hasta a ocho médicos, un segundo diagnóstico aseguró que la presentadora padecía un terrible "agotamiento físico y nervioso", que no hacía sino empeorar los efectos secundarios del tratamiento. El tratar de dejar paulatinamente la medicación le provocó intensos mareos y problemas de equilibrio, llegando a perder el conocmiento en alguna ocasión.

Por todo ello, la presentadora —que no regresará así a La mañana hasta septiembre— se recupera ahora en su casa de Madrid, en manos de un equipo médico formado, entre otros, por el psiquiatra Enrique Rojas y el traumatólogo Ángel Villamor, conocido por haber operado al rey Juan Carlos.

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