El grupo internacional de ocho arqueólogos subacuáticos que esta semana explora pecios en Viveiro para extraer muestras de madera que arrojen luz sobre su origen y la construcción naval considera muy interesantes los restos de la fragata Magdalena, que naufragó merced a un crudo temporal y acabó estrellándose contra las rocas de Os Castelos en 1810. Los investigadores localizaron este jueves abundante artillería y también muchos lastres de hierro.
El pecio de la Magdalena aún conserva mucha munición, balas de unas 18 libras de peso, según la estimación científica, así como parte de la estructura de madera y bastante lastre. Se trata de bloques de hierro en forma de panes de unos 40 por 15 centímetros.
El equipo de especialistas, que halló madera suficiente y de calidad, todavía regresará este sábado a la zona para establecer varios puntos de control, además de concluir la planimetría. A la vez trabaja en archivo, fotografía y documenta todo cuanto encuentra.
La exploración discurre según lo previsto por los especialistas, que también extrajeron muestras buenas de madera, que son de roble y pino europeo procedente de la vecina región de Asturias, según indica Miguel San Claudio, quien recuerda que la embarcación se construyó en Ferrol.
Los buzos tienen previsto trasladarse este viernes a la ensenada de A Ínsua, donde están registrados restos de otro pecio, del que ya se registraron varios cañones. La expedición internacional, formada por especialistas de varios países, realizará nuevas inmersiones en la ría vivariense hasta el domingo con la finalidad de aprovechar al máximo el buen tiempo, que favorece los trabajos.
Miguel San Claudio considera que la fragata Magdalena debe verse dentro del conjunto de riqueza patrimonial con que cuenta la comunidad gallega. El experto indica al respecto que los pecios de Galicia despiertan un gran interés entre la comunidad científica internacional. San Claudio piensa que la presencia de los investigadores extranjeros en la zona puede servir de acicate, por lo menos para darse cuenta de la importancia de dicho patrimonio.
El equipo del proyecto ForSeaDiscovery, que dirige Ana Crespo del CSIC, agradece la colaboración que les brindó el Centro de Actividades Subacuáticas de Viveiro para desarrollar los trabajos,
