SARA FOLGUEIRA, a sus diecinueve años, deja el Emevé tras casi una década en la que ha logrado todo tipo de éxitos para emprender una nueva aventura fuera de nuestras fronteras. El Charleroi belga, entrenado por Pascual Saurín, es el reto que asume una de las jugadoras de voleibol más prometedoras del deporte español. Hemos hablado con ella unas semanas antes de iniciar este apassionante episodio de su carrera.
Hace un par de meses, en una entrevista en A Canteira comentó que quería seguir más años en la ciudad, pero esta semana el Emevé comunicó que dejaba el club para dar un salto en tu carrera. ¿Cómo afronta esta nueva aventura?
Tengo muchas ganas de irme fuera porque llevo mucho tiempo en Lugo...las ganas han estado siempre ahí pero la idea no era irme tan pronto al extranjero, sino ir a otros clubs de España y conocer a otros entrenadores. Lo que pasa es que se me ofreció la posibilidad de irme a un muy buen equipo, que en la pasada temporada quedó segundo en la Liga Belga, y la verdad es que tengo muchas ganas aunque sé que va a ser complicado. Irme de casa, a otro país, con otras compañeras, con otro entrenador, al que ya conozco porque es el de la selección española, me motiva y estoy deseando empezar.
En Charleroi el idioma mayoritario es el francés. ¿Ha empezado a aprenderlo?
Estoy en ello (risas). Hace poco que terminamos con la selección y llevo diez días en casa y aún estoy descansando de la temporada, pero sí que estoy empezando y espero que no me cueste mucho.
¿Cuándo se va de manera definitiva a Bélgica?
El 24 de agosto.
"Irme a otro país, con otras compañeras y otro idioma es complicado, pero estoy deseando que empiece la aventura"
Y ya empieza la pretemporada...
Sí, efectivamente. Tenemos un torneo contra la selección de Rumanía, otro contra un equipo polaco, de los mejores del circuito europeo. Empezamos pronto y tenemos mucha competición antes de la oficial y antes de la Liga, lo cual está muy bien para llegar en plena forma.
Se va a Charleroi, una ciudad nueva. ¿Sabe ya donde va a vivir?
En principio va a ser un piso. Viviré con Lidia Alonso y Mabel Caro, que también fichan por el equipo. Además, allí hay otra chica española y seguramente compartamos piso entre todas...
Se refiere a Majo López, ¿no?
No, Majo López deja el equipo este año, pero la líbero también es española y las tres nuevas incorporaciones que vamos desde España viviremos con ella en un piso. Esa es la idea.
El Charleroi es uno de los equipos de referencia del voleibol femenino en Bélgica. ¿Esto le añade presión?
La exigencia va a ser altísima. Pascual me ha dicho que allí la liga es muy competitiva, que los equipos tienen un nivel muy parecido y cualquiera te puede ganar. Aquí en España hay tres equipos muy buenos y el resto no. Allí el nivel es alto y general, lo que hace que la liga sea muy intensa y exigente.
Dice que ha hablado con Pascual. ¿Qué le pide en este primer año? ¿Será de aprendizaje, de adaptación?
Hablé con él y me dijo que si entreno bien y hago méritos, voy a jugar. La liga es exigente, el equipo está ya formado de otros años y hay mucho nivel. Voy a tener que trabajármelo mucho pero Pascual es un entrenador que si ve que te lo trabajas, te recompensa sobre la pista.
"Tanto Jose Valle como mi familia me han insistido mucho en que todavía no soy nadie y debo esforzarme mucho más"
¿Es un equipo joven?
Sí, la edad está entre los 20 y los 25 años. La colocadora es de mi edad y Lidia Alonso, por ejemplo, tiene un año menos que yo.
¿La decisión de salir ya este verano es porque el Emevé no podrá jugar en Superliga 1?
Mi idea era quedarme en Lugo un año más, pero claro, el cambio a Superliga 2 es fuerte y no sería positivo para mi progresión. Así me lo dijo Jose Valle. Él no quería verme jugando en Superliga 2 y entonces hablé con Pascual y la opción de ir a Bélgica me atrajo desde el primer momento.
¿Cómo se vive siendo consciente del enorme potencial que tiene?
He tenido la suerte de que Jose recordaba cada día que tenía que ser humilde y que aún no soy nadie. Mis padres también lo hacen. Tener a gente que te dice que te queda mucho por trabajar es lo principal. A veces he notado presión en la selección o cuando me tocó ser capitana del Emevé, pero la uso para siempre dar el 100%. No permito que me afecte.
